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Un río humano da el último adiós a Benedicto XVI en el Vaticano

No había salido el sol en Roma, cuando varios centenares de personas ya hacían cola ante la Basílica de San Pedro para ser los primeros en presentar sus últimos respetos al Papa emérito

Superando las expectativas, un largo y silencioso río humano está dando su último adiós en el Vaticano al Papa emérito Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre. A las 9.03 horas de este lunes, las puertas de la Basílica de San Pedro se abrieron a los fieles, algunos de los cuales esperaban ya desde hace horas.

El Papa Benedicto XVI yace a los pies del baldaquino de Bernini, en el templo más grande del catolicismo, al igual que Juan Pablo II en 2005. El Pontífice viste una sencilla casulla roja sobre un alba blanca bordada, y lleva una mitra. Sostiene un rosario de madera en la mano; no lleva el palio de obispo de Roma, a diferencia de sus predecesores que murieron en el cargo.

El traslado del cuerpo de Benedicto XVI desde el monasterio Mater Ecclesiae a la basílica tuvo lugar entre las 7.00 y las 7.15 horas, según informó la Santa Sede en un comunicado. El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica de San Pedro, presidió un breve rito, que concluyó a las 7.40 h.

El secretario particular de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Gänswein, así como las laicas consagradas que atendían al pontífice en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano fueron los primeros en presentar sus respetos al antiguo obispo de Roma fallecido.

No había salido el sol en Roma, cuando varios centenares de personas ya hacían cola ante la Basílica de San Pedro para ser los primeros en presentar sus últimos respetos al Papa emérito. A lo largo de la Vía de la Conciliación, que conduce a la plaza principal, la ciudad de Roma ha colocado barreras para orientar el flujo de fieles durante los tres días en que será posible acercarse a la capilla ardiente del Papa alemán.

En esta cola, muchos fieles rezaban el rosario mientras esperaban a que se abrieran las puertas de la basílica. Entre ellos estaba Adri, un guatemalteco de 25 años, quien se encuentra en Roma para participar en un seminario de formación para líderes cristianos. Está «muy agradecido» de estar aquí en este momento concreto, porque para él fue un «gran Papa, muy querido en su país».

Un poco más lejos, la hermana Mini, de la comunidad de Nuestro Señor del Carmelo, también quiso estar presente en este homenaje. Originaria de la India, la religiosa recuerda a Benedicto XVI como un teólogo, pero sobre todo como un hombre «noble y humilde».

El cuerpo del Pontífice emérito quedará expuesto este lunes hasta las 19 horas. El martes y el miércoles, el acceso a la basílica será posible entre las 7 y las 19. Los funerales de Benedicto XVI tendrán lugar el jueves 5 de enero a las 9.30 horas, durante una misa celebrada en la Plaza de San Pedro por el Papa Francisco. No se facilitarán entradas para asistir. Las dos únicas delegaciones oficiales anunciadas por la Santa Sede serán las de Italia y Alemania.

De hecho, una de las diferencias entre el funeral de Benedicto XVI y el de Juan Pablo II, es que este último era también el jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, cargo que ya no ocupaba el pontífice alemán, de manera que la ceremonia no implica al más alto nivel a los Estados que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

«De acuerdo con los deseos del Papa emérito, el funeral será sencillo», ha informado el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, subrayando que será «solemne pero sobrio».