Por qué se utilizan tres ataúdes para enterrar al Papa Benedicto XVI
Matteo Bruni ha especificado que no habrá «súplicas finales, las de la Iglesia de Roma y las Iglesias orientales, que son muy específicas del Papa activo» y tampoco será enterrado con el palio papal, que será introducido en el primer ataúd de ciprés
Benedicto XVI, el primer Papa en renunciar a su pontificado desde Celestino V en el siglo XIII, ya ha sido despedido por cincuenta mil fieles que se han dado cita a las puertas de San Pedro del Vaticano.
Sobre el entierro del Papa Ratzinger hay que destacar que será sepultado en tres ataúdes, según la tradición.
Tal y como ha confirmado el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, no habrá «súplicas finales, las de la Iglesia de Roma y las Iglesias orientales, que son muy específicas del Papa activo». Tampoco será enterrado con el palio, ya que este será introducido en el ataúd, tal y como se hace con los obispos eméritos.
Tres ataúdes
El uso de los tres ataúdes responde al protocolo vaticano. El primero es de madera de ciprés y va forrado con terciopelo carmesí, el segundo es de zinc sellado y el último, el visible, de madera de olmo o de roble, según distintas fuentes.
En la primera caja, junto a los restos del pontífice, se meterán las medallas y monedas acuñadas durante su pontificado, entre 2005 y 2013, así como los distintos palios, la estola de lana blanca símbolo de jurisdicción, que tuvo como arzobispo de Múnich y Roma.
Posteriormente, el sarcófago de ciprés será introducido en otro de zinc. Tras colocar en el primero una cinta con los sellos oficiales, que será sellado y soldado.
Por último, será colocado en otro ataúd de madera, y será introducido en las Grutas del Vaticano, en el lugar que ocupaba san Juan Pablo II, antes de ser trasladado a la Capilla de San Sebastián, situada en la Basílica de San Pedro del Vaticano, después de su beatificación.