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El Papa Francisco junto a Georg Gänswein, durante una audiencia en el VaticanoGTRES

El Papa se reúne con Georg Gänswein tras las revelaciones sobre la convivencia con Benedicto XVI

Una de las incógnitas en este momento es el cargo que ocupará el arzobispo alemán tras la muerte de Benedicto XVI

El Papa Francisco se ha reunido en el Vaticano con el secretario personal del Papa emérito, Georg Gänswein, tras las revelaciones narradas en el libro Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI, que saldrá a la venta este jueves 12 de enero.

Así se ha confirmado en la agenda del pontífice publicada por la oficina de comunicación del Vaticano, que no ha dado más detalles del encuentro. Una de las incógnitas en este momento es el cargo que ocupará el arzobispo alemán tras la muerte de Benedicto XVI de quien fue su secretario durante los últimos veinte años.

En el libro, de carácter autobiográfico y que escribe junto al periodista italiano Saverio Gaeta y publicado por la editorial Piemme, un sello de Mondadori, asegura que las continuas comparaciones entre Benedicto XVI y Francisco le entristecían «sobre todo, cuando el comentario procedía de desde dentro del Vaticano».

Destrucción de documentos

Gänswein cuenta en el libro que recibió instrucciones precisas de Benedicto XVI para que destruya todos sus documentos privados de todo tipo «sin excepciones».

Por otra parte, además relata un episodio que le hizo sentirse «humillado» cuando, según explica, el Papa Francisco le dijo que su presencia no era necesaria en una visita el pasado junio de 2014 a la comunidad de San Egidio.

Según Gänswein, el fundador de la organización católica, Andrea Riccardi, le llamó por teléfono por si él o Benedicto XVI tenían algún problema con ellos porque se había extendido este rumor tras su ausencia.

«A nivel personal me sentí humillado tanto porque no me había aclarado el motivo de su decisión, como porque había hablado con tres personas, por lo que el cotilleo estuvo inmediatamente esparcido por el Vaticano, con interpretaciones de diversa índole», señala.

La caída en el baño

En otro momento del libro, el que fuera su secretario personal revela que fue su viaje a la JMJ de Madrid en 2011 lo que desencadenó las primeras reflexiones acerca de la posibilidad de renunciar al pontificado.

«Era precisamente la cuestión de la participación personal en aquella JMJ lo que desencadenó en él una reflexión que se fue haciendo cada vez más opresiva, sobre la continuación o no de su pontificado», relata Gänswein.

Así, precisa que durante el encuentro en Cuatro Vientos para la Vigilia y la Misa tuvo la certeza de que un encuentro de este tipo «sin la presencia física del Pontífice habría sido estúpido».

El arzobispo revela que intentó convencerlo de lo contrario diciéndole que gracias a «la conexión de Internet sería posible estar presente constantemente y en tiempo real».

En todo caso, aclara que la decisión de renunciar fue definitiva e irreversible durante el viaje apostólico a México y Cuba, entre el 23 y el 29 de marzo de 2012, sobre todo, después de que tropezase con un felpudo mientras estaba en el baño afeitándose cayéndose de espaldas y golpeándose la cabeza con la repisa de la ducha.