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El Papa, con una joven, en su encuentro de este miércoles con las víctimas del oriente del paísEFE

Viaje Apostólico al Congo y Sudán del Sur

El viaje del Papa a África redibuja el mapa del catolicismo mundial

De 10 millones de católicos en 1900 a 257 millones en 2000. Las estadísticas hablan por sí solas. En esta peregrinación apostólica de Francisco cuenta tanto el mensaje que deja el Papa como el que lanzan los católicos congoleños. El continente de la esperanza para la Iglesia ha cambiado de nombre

El viaje que el Papa Francisco culmina este viernes a la República Democrática del Congo ha servido para que el mundo se dé cuenta de que ha llegado la hora de redibujar el mapa del catolicismo mundial.

En este sentido, el 1 de febrero se convertirá en una fecha simbólica para el cristianismo africano. En la inmensa explanada del aeropuerto de N'Dolo, en Kinshasa, más de un millón de personas abrazaron simbólicamente al pontífice, en lo que posiblemente se haya convertido en el evento más multitudinario de la Iglesia católica en África.

A partir de ese día, África es oficialmente el «continente de la esperanza», arrebatando a Hispanoamérica ese calificativo que había acuñado el Papa Juan Pablo II.

Hablan los números

Los números hablan por sí solos. Si bien no había entonces estadísticas precisas, se calcula que en 1900 había 10 millones de católicos en todo el continente africano. En el año 2000, según el Anuario Estadístico de la Iglesia, eran casi 257 millones.

En todos los parámetros analizados, el crecimiento es evidente. Mientras en el mundo disminuye ligeramente el número de sacerdotes, en África, en el último año analizado, aumentó en mil unidades, hasta alcanzar los 50 mil.

Personas agolpadas en el aeropuerto de N´Dolo esperando al Santo PadreEFE

Lo mismo sucede con las religiosas: 2.503 jóvenes africanas profesaron votos de pobreza castidad y obediencia en el año 2000. Hoy son ya casi 80 mil las religiosas en todo el continente. En ese período de tiempo aumento en 15 mil el número de catequistas, alcanzando la cifra total de 454 mil.

También crece el número de seminaristas, tanto diocesanos como religiosos: los seminaristas mayores son 33.628, lo que supone un aumento de 907, y los seminaristas menores son 52.411, lo que supone un aumento de 375. Paradójicamente, los únicos ligeros descensos en el continente se dan en el número de obispos (menos 2).

El caso de la República Democrática del Congo

Los números de la República Democrática del Congo no son menos impresionantes. De los 108 millones de habitantes, 45 millones están bautizados en el seno de la Iglesia católica. Sí, ha comprendido bien: el número de los católicos de ese país alcanza ya casi el del total de la población española.

Pero lo más significativo acaba de ser constatado por el informe del World Values Survey (WVS), que acaba de publicar estadísticas, según las cuales, 37,5 millones de los católicos congoleños son practicantes.

El Papa, en su encuentro con jóvenes y catequistas en el CongoAFP

Resuena la voz del catolicismo africano

En este sentido, este viaje apostólico de Francisco a África tiene un papel nuevo. A la hora de hacer un primer balance, podemos llegar a esta constatación: tan importante como el mensaje dejado por el Papa ha sido el mensaje que los católicos congoleños han sabido lanzar a la Iglesia y al mundo con la acogida que han ofrecido al obispo de Roma.

Esta peregrinación ha servido para que el Papa, y con él la Iglesia, escuche el clamor de este pueblo flagelado por la violencia. Este miércoles, en la Nunciatura Apostólica, más que hablar, el Pontífice escuchó. Se le pudo ver totalmente sobrecogido al escuchar los testimonios de las víctimas de los horrores que se siguen cometiendo en el Este de la República.

El Papa escuchó, por ejemplo, las palabras de Walikale, una joven de 17 años, quien hace dos años fue secuestrada por rebeldes de esa región. «Nos llevaron al bosque. Cada uno de los rebeldes eligió a quien quiso. El comandante me quería a mí. Me violó como a un animal. Fue un sufrimiento atroz. Me quedé prácticamente como su mujer. Me violaba varias veces al día, como quería, durante varias horas. Y esto duró 19 meses, 1 año y 7 meses».

Otras víctimas de la violencia más atroz compartieron con el Papa escenas inimaginables de masacre y deshumanización. Había hecho falta que el Papa tomara un avión y viajara a Kinshasa para que el mundo descubra esta barbarie.

El Papa Francisco saluda a jóvenes congoleños con pancartas por la pazEFE

La fotografía más elocuente, en este sentido, la pudimos tomar este jueves en el Estadio de los Mártires de Kinshasa, lleno hasta los topes por 65 mil jóvenes, muchos de ellos catequistas, que ofrecieron al Papa, de 86 años, una acogida espectacular. El pontífice no había podido disfrutar de momentos así desde el inicio de la pandemia.

En ese estadio no se encontraba el futuro de la Iglesia, ahí ya estaba el presente del cristianismo. Tras este viaje del Papa a África, que concluirá en Sudan del Sur, habrá que redibujar el mapa mundial del catolicismo.