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El Papa Francisco en su último viaje a Sudán del Sur y a República Democrática del CongoGTRES

Francisco: «La renuncia no debe convertirse en una moda, el ministerio del Papa es 'ad vitam'»

El Papa se reunió en Kinshasa y en Juba con dos grupos de jesuitas, con los que conversó siguiendo su tradicional encuentro con la Compañía de Jesús de cada país

La revista de la Compañía de Jesús, La Civiltà Cattolica, ha compartido las declaraciones del Papa Francisco en su ya tradicional encuentro con la comunidad jesuita del país que visita.

El pasado 2 de febrero, durante su viaje apostólico a la República Democrática del Congo, el Papa se reunió con ochenta y dos jesuitas, el provincial Rigobert Kyungu y Donat Bafuidinsoni, obispo de Inongo. Y el 4 de febrero en Juba (Sudán del Sur) con otros once hermanos de la Compañía de Jesús.

La Iglesia no es una multinacional

A propósito de la celebración del rito congoleño, el Papa ha expresado que se trata de «una obra de arte, una obra maestra, realizada no como una adaptación, sino como «una realidad poética, creativa». frente a una imagen de la Iglesia, en ocasiones, que desgraciadamente parece «espejo de una sociedad herida por la mundanidad y la corrupción». Y añade: «La Iglesia no es una multinacional de la espiritualidad. ¡Mirad a los santos! ¡Cura, cuida las heridas que vive el mundo! ¡Servid al pueblo! La palabra 'servir' es muy ignaciana. 'En todo amar y servir' es el lema ignaciano. Quiero una Iglesia de servicio».

La catástrofe de las armas

El Papa volvió a repetir que «hoy realmente parece que el principal problema es la producción de armas. Sigue habiendo mucha hambre en el mundo y seguimos fabricando armas. Es difícil dar marcha atrás en esta catástrofe. Y no hablemos de las armas atómicas. Sigo creyendo en un trabajo de persuasión», dijo el Papa a los jesuitas congoleños, lamentando que «hoy también la nuestra es una cultura pagana de la guerra -dijo-, en la que cuenta cuántas armas tienes. Todas son formas de paganismo».

El ministerio del Papa es ad vitamPapa Francisco

Catástrofe medioambiental

El santo padre también se refirió a la cuestión medioambiental, a sus repercusiones económicas, considerando que la cuenca del río Congo, segundo pulmón verde del Planeta después del Amazonas, está amenazada por la deforestación, la contaminación y la explotación intensiva e ilegal. A la cuestión de si debería celebrarse un Sínodo sobre esta región como el que se celebró para la Amazonia, responde que no habrá Sínodo, pero que sin duda sería bueno «que la Conferencia Episcopal se comprometiera sinodalmente a nivel local, precisamente porque el equilibrio planetario depende también de la salud del bioma del Congo».

Aniversario del Concilio de Nicea

El Papa también ha señalado que mira hacia 2025, fecha del 1700 aniversario del primer Concilio de Nicea para el que ya están en marcha todos los preparativos junto al Patriarca Bartolomé; con el que espera llegar a un acuerdo sobre la fecha de la Pascua. También aludió a la cuestión de la renuncia papal: «Benedicto tuvo el valor de hacerlo porque no tenía ganas de seguir adelante a causa de su salud. Esto no está en mi agenda por el momento. Creo que el ministerio del Papa es ad vitam. No veo ninguna razón para que no sea así», ha reflexionado Francisco.

Tengo miedo de los predicadores de la oración que hacen oraciones abstractas, teóricasPapa Francisco

África no necesita la corrupción

Dos días después, en Sudán del Sur, Francisco se reunió en Juba con otros once jesuitas y con el padre Kizito Kiyimba, superior de la Provincia de África Oriental, (Sudán, Sudán del Sur, Etiopía, Uganda, Kenia y Tanzania). En dicho encuentro, Francisco señaló que «África necesita políticos que sean personas buenas, inteligentes, que hagan crecer a sus países. Políticos que no se dejen engañar, sobre todo, por la corrupción. La corrupción política no deja espacio para el crecimiento del país, lo destruye».

Arrupe y su proceso de beatificación

También se habló del proceso de beatificación del padre Arrupe. «Su causa sigue adelante –recordó–, porque una de las etapas ya está cumplida. Hablé de ello con el Padre General. El mayor problema se refiere a los escritos del Padre Arrupe. Ha escrito mucho y es necesario leerlo todo. Y esto ralentiza el proceso».

Traer a la conversación al Padre Arrupe le dio la oportunidad al Papa de subrayar la importancia de la oración encarnada de la realidad en la que uno se encuentra, por eso advirtió: «Tengo miedo de los predicadores de la oración que hacen oraciones abstractas, teóricas, que hablan, hablan, pero con palabras vacías», señaló Francisco.