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Habitación del Papa Francisco en el Policlínico de RomaAFP

Con el Papa convaleciente, la Semana Santa será diferente en el Vaticano

La gran pregunta que ha surgido en el Vaticano es quién presidirá ahora las celebraciones de la Semana Santa que comienzan este Domingo de Ramos

A pesar de la mejora experimentada este jueves de su infección respiratoria, parece imposible que Francisco pueda presidir las celebraciones al aire libre en la plaza de San Pedro. El Vaticano prepara el «plan b».

Después del susto de la hospitalización del Papa Francisco, y al constatar «que el cuadro clínico está en progresiva mejora», la gran pregunta que ha surgido en el Vaticano este jueves era: ¿quién presidirá ahora las celebraciones de la Semana Santa que comienzan este Domingo de Ramos?

El Debate ha podido saber que, a la espera de información oficial, se ha decidido proponer que los oficios litúrgicos sean presididos por un cardenal diferente.

¿Sin el Papa?

De este modo, la Iglesia universal debería vivir un Domingo de Ramos diferente, pues la celebración eucarística debería ser presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, el mismo que leía los discursos de Juan Pablo II cuando al final de sus días ya no tenía voz y el que anunció su fallecimiento a los fieles congregados en oración en el Vaticano en la noche del 2 de abril de 2005.

La celebración está prevista en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al aire libre, para poder acoger a los miles de peregrinos que están viniendo a la Ciudad Eterna para vivir la Semana Santa. Todo parece indicar que sería imprudente el que el Papa Francisco, a pesar de su posible mejora, siguiera la misa a la intemperie, en silla de ruedas, recuperándose de una infección respiratoria. Este año la primavera está tardando en llegar a Roma y las condiciones atmosféricas casi invernales.

El mismo cardenal Sandri ha revelado este jueves: «El lunes pasado, incluso antes de la hospitalización del Papa, el maestro de celebraciones me había avisado: el Papa debía presidir, pero yo debía celebrar. En cada ceremonia de Pascua, el Pontífice debía presidir, y un cardenal a su vez debía celebrar».

De este modo, todo ya estaba previsto para que el Papa pudiera seguir los oficios en silla de ruedas, con la ayuda de un cardenal celebrante.

«Por supuesto –reconoce el cardenal Sandri–, todos rezamos para que el Papa se recupere lo antes posible y vuelva a ejercer su ministerio. Gracias a Dios, por lo que sé el Papa está bien. Y todos estamos junto a él con la oración, esperando que pueda volver a su actividad lo antes posible».

Otros cardenales celebrantes

Según hemos podido saber, la misa del Jueves Santo, con todos los sacerdotes de la diócesis de Roma, será celebrada por el arzobispo vicario de Papa para la ciudad de Roma, el cardenal Angelo De Donatis, mientras que en la Misa en la Cena del Señor, en la tarde de ese mismo día, con el lavatorio de los pies, será celebrada por el arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal franciscano Mauro Gambetti.

Por su parte, el cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, ha revelado que a él le corresponderá celebrar la misa del domingo Pascua.

De la recuperación del Papa dependerá quién leerá su mensaje «Urbi et Orbi» de Pascua de Resurrección, que en este año se convertirá en un emotivo llamamiento del Papa enfermo a la paz en Ucrania.

No se sabe tampoco qué sucederá este Domingo de Ramos a mediodía, cuando el Papa tenía previsto rezar el Ángelus. Todas las hipótesis permanecen abiertas. No se puede descartar la posibilidad de que el mismo Papa Francisco eleve esta oración desde el Hospital Gemelli, como ocurrió en julio de hace dos años, cuando Jorge Mario Bergoglio se sometió a la delicada operación de colon.

Noticias tranquilizadoras

Mientras tanto, desde la habitación de ese hospital, el Vaticano lanzaba noticias tranquilizadoras, tras la «infección respiratoria» sufrida por el Papa este miércoles.

El director de la Oficina de Información de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha declarado que «el Papa Francisco ha descansado bien durante la noche. El cuadro clínico mejora progresivamente y continúa con los tratamientos programados».

Bruni informa que esta mañana, después de desayunar, el Papa «leyó algunos periódicos y reanudó el trabajo». «Antes del almuerzo se dirigió a la capilla de su piso privado, donde se recogió en oración y recibió la Eucaristía», ha añadido.

Los comunicados de prensa que está emitiendo el Vaticano son escuetos por voluntad del mismo Papa Francisco, a quien no le gusta dramatizar sobre su estado de salud.

Infección respiratoria «leve»

Según Il Corriere della Sera, la infección respiratoria que sufre el Papa es «leve», una bronquitis, aparentemente de origen viral. «Las condiciones del Papa habrían sido definidas como buenas por los médicos que se mostraron confiados en su recuperación, pese a unas líneas de fiebre».

En su habitación, el Papa ha recibido los mensajes de cercanía que le han enviado representantes políticos y pastores de la Iglesia universal, en particular obispos de España.

«Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración», ha respondido el Papa en un mensaje publicado desde su canal oficial de Twitter.