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El Papa Francisco besa los pies de los menores en el gesto más conmovedor del Jueves SantoAFP

Semana Santa 2023

Conmoción en la cárcel de menores ante un anciano Papa que lava los pies

Francisco se agacha para repetir el mismo gesto de Jesús con dos chicas y diez chicos de origen italiano, ruso, rumano, africano y gitano

El Papa Francisco ha querido celebrar el momento culminante del Jueves Santo, la misa en la Cena del Señor, lavando los pies a doce muchachos de una cárcel situada en las afueras de Roma.

En la pequeña capilla del centro penitenciario, acompañado por los internos y por los responsables educativos y de seguridad, el sucesor de Pedro, de 86 años, evidentemente restablecido de la crisis respiratoria de la semana precedente, se agachó para cumplir el mismo gesto que cumplió el mismo Cristo con sus apóstoles en la Última Cena.

Dos chicas y diez chicos

Los doce jóvenes reclusos a quienes el Papa lavó los pies eran diez chicos (de los cuales cinco adultos y cinco menores de edad) y dos chicas (una adulta y una menor de edad). Entre ellos había dos chicos de origen gitano, un chico croata, un chico musulmán de Senegal, un chico rumano y un chico ruso.

En un espacio sagrado tan pequeño, el Papa pronunció la homilía sin papeles, mirando cara a cara a los muchachos que tienen ya a sus espaldas vidas difíciles. Él mismo quiso explicar el sentido del gesto del lavatorio.

«Jesús quiere lavarnos los pies y decirnos: ‘he venido para salvaros, para lavaros los pies’», explicó el pontífice. «Quiero hacer esto en recuerdo de lo que Jesús nos ha enseñado: ayudarnos los unos a los otros. De este modo la vida es más bella».

Francisco ya había celebrado otro Jueves Santo en la cárcel para menores de edad de Casal del Marmo, a las afueras de Roma, cerca de la Vía Triunfal, en su primera Semana Santa como Papa, hace diez años.

El Papa, con un alba blanca, una estola cruzada, como la de los diáconos, sujetada en la cintura por un cíngulo, derramó agua en el pie de cada uno de los muchachos, vestidos con sus vaqueros agujereados o con chándal, y les secó con la toalla.

A cada uno les dio la mano, co frecuencia tatuada, y con cada uno intercambió una sonrisa y algunas palabras, que no podían escucharse a causa del canto litúrgico del pequeño coro acompañado de guitarra.

AFP

Un gesto, un mensaje

El pontífice confesó antes de acercarse a los muchachos que esperaba poder hacer dignamente el lavatorio, «pues no puedo caminar bien», pero aclaró que no se trata de «algo folclórico».

«Es un gesto que anuncia cómo tenemos que ser con los demás –explicó–. En la sociedad vemos a tanta gente que se aprovecha de los demás, vemos las injusticias, personas sin trabajo, personas que trabajan y les pagan la mitad, gente que no tiene para pagar las medicinas, tantas cosas horribles».

«Cada uno de nosotros puede resbalar, pero la certeza de que cada uno de nosotros puede resbalar nos da la dignidad de ser pecadores», siguió explicando en su homilía. «‘Jesús me ha lavado los pies. Me ha salvado. Tengo hoy esta dificultad, pasará; pero está siempre a mi lado. Nunca me abandona’. Pensad en esto mientras os lavo los pies».

La dignidad del pecador

«Si nosotros escucháramos esto de Jesús, la vida sería más bella –añadió–. Nos apresuraríamos a ayudarnos el uno al otro». «¡Qué bello es ayudar el uno al otro, dar una mano! Jesús hoy, con esta celebración, quiere enseñarnos la nobleza del corazón».

«Jesús conoce lo que llevo en mi interior, y nos ama así, como somos. Y nos lava los pies. Nunca se asusta de nuestras debilidades, pues ya ha pagado. Solo quiere acompañarnos, llevarnos de la mano, para que la vida no sea tan dura para nosotros».

Tras la misa, tomó la palabra con evidente conmoción Maria Teresa Iuliano, directora de la cárcel de menores de Casal del Marmo, para dar las gracias al obispo de Roma por su visita, su cercanía y su homilía, «este maravilloso poema que nos ha regalado».

«Nos desarma –confesó la directora–por su inmensa dulzura que nos lleva a lo esencial. El don que nos ha hecho nos muestra la importancia de caminar siempre juntos».

Lugares de dolor

Excepto durante la pandemia, el Papa Francisco siempre ha salido de los muros del Vaticano el Jueves Santo para repetir en lugares de encarcelamiento y dolor el gesto de Jesús del lavatorio de los pies realizado por Jesús. Se trata de una costumbre que ya vivía como arzobispo de Buenos Aires.

En 2021, por sorpresa, acudió a la capilla de la residencia del cardenal Angelo Becciu, acusado ante el tribunal vaticano en el proceso por la compra y gestión fraudulenta de un edificio en Londres.

Celebraciones del Triduo Sagrado

El Papa continuará las celebraciones de esta Semana Santa en la tarde del Viernes Santo, con la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro del Vaticano y, en la noche, en el monumental Coliseo, dirigiendo el Vía Crucis.

El Sábado Santo, a las 19.30 h, presidirá la Vigilia Pascual. La Semana Santa concluirá con el Domingo de Resurrección: la Misa de Pascua y la bendición urbi et orbi, a la ciudad y a las distintas naciones, ocasión para desear la paz a todos los países del mundo marcados por la guerra, la violencia y la pobreza.