Fundado en 1910

'Los hijos de Laocoonte'

El Vaticano sí sabe cómo castigar el vandalismo ecologista en los museos

Según los ecologistas, el fallo es «desproporcionado y absurdo por unas cuantas gotas de pegamento en un bloque de mármol a los pies de Laocoonte»

La justicia del Vaticano ha condenado a dos ecologistas italianos a varios meses de prisión condicional y a casi 30.000 euros de multa en concepto de daños y perjuicios por una acción en los museos vaticanos, anunciaron este martes los activistas del grupo 'Última Generación'.

Según se puede lee en la sentencia, el juez Giuseppe Pignatone ordenó que la pena de cárcel quedara «suspendida» y que tampoco figure en el expediente judicial de los activistas, a no ser que cometan otro delito.

«Los jueces vaticanos del Tribunal de Primera Instancia condenaron a Ester y Guido a nueve meses» de prisión condicional «y a una multa de 1.620 euros. Además, se agregó el reembolso de más de 28.000 euros por los daños» ocasionados, señaló el grupo ecologista 'Última Generación' en un comunicado, en el que explican que recurrirán la sentencia.

La acción ocurrió el 18 de agosto de 2022, cuando dos activistas pegaron sus manos a la base del Laocoonte, un grupo escultórico de época romana del 40 a. C., que representa al famoso sacerdote troyano y sus hijos devorados por serpientes marinas, como narra La Eneida.

¿Por unas gotas de pegamento?

Según la opinión de Ester y Guido «el Vaticano, una de las últimas monarquías absolutistas del mundo, muestra toda su hipocresía con este veredicto».

En el comunicado, los ecologistas afirman que el fallo es «desproporcionado y absurdo por unas cuantas gotas de pegamento en un bloque de mármol a los pies de Laocoonte».

Los dos activistas se pegaron en 2022 al pedestal de la estatua de Laocoonte, una escultura de mármol expuesta en los museos del Vaticano ya que, aseguran, querían «poner en relieve lo que escribe y aconseja el Papa».

Aunque los defensores de los activistas alegaron que el pegamento «se podía quitar fácilmente» y que pusieron sus manos sobre el basamento y no sobre la escultura, conscientes de su enorme valor, la acusación asegura que Guido y Ester usaron «un adhesivo sintético particularmente fuerte y corrosivo» en un monumento de «inestimable valor histórico y artístico».

Hallada a comienzos del siglo XVI en unos viñedos de la colina Opio de Roma, 'Los hijos de Laoconte' se llevó al Vaticano por orden del Papa Julio II.