Fundado en 1910

Audiencia General de los miércoles

El Papa afirma que la JMJ no fue «un viaje turístico, sino un encuentro con Cristo»

«Esperemos que todo el mundo les escuche y vea que siguen adelante», añadió, al asegurar que la JMJ ha mostrado «una alternativa a la guerra»

Las vacaciones del Santo Padre han llegado a su fin. En la primera audiencia del Papa Francisco tras su vuelta aseguró que durante su visita al santuario de Fátima rezó por la paz. También en silencio pidió para que «los grandes de la tierra» escuchen el mensaje de fraternidad que transmiten los jóvenes.

«Durante la JMJ volví a Fátima, al lugar de la aparición, y junto a algunos jóvenes enfermos recé para que Dios cure al mundo de las enfermedades del alma: el orgullo, la mentira, la enemistad, la violencia. El mundo está enfermo de estas enfermedades», dijo el Pontífice durante la audiencia de los miércoles en el Vaticano, en la que repasó su visita a Lisboa. «Renovamos la consagración de nosotros mismos, de Europa, del mundo al Corazón Inmaculado de María. He rezado por la paz, porque hay tantas guerras en todas partes del mundo», añadió en la primera audiencia tras el parón de su actividad durante el mes de julio.

Además, el Papa comentó que se había encontrado con «un grupo de jóvenes ucranianos que trajeron historias de dolor» a la JMJ, que «no eran unas vacaciones, ni un viaje turístico, sino un encuentro con Cristo».

«Mientras en Ucrania y en otros lugares del mundo hay combates, y mientras en ciertas salas escondidas se planifica la guerra, que feo esto, la JMJ ha mostrado a todos que otro mundo es posible: un mundo de hermanos y hermanas, donde las banderas de todos los pueblos ondean juntas, una junto a la otra, ¡sin odio, sin miedo, sin cierres, sin armas!», señaló Francisco. Y entonces se preguntó si el «claro mensaje de los jóvenes» será escuchado por «los grandes de la tierra». «Esperemos que todo el mundo les escuche y vea que siguen adelante», añadió, al asegurar que la JMJ ha mostrado «una alternativa a la guerra».

Además, Francisco tuvo unas palabras de ánimo para el pueblo ucraniano: «Muchos de vosotros peregrináis a Jasna Góra (Polonia) y a otros santuarios marianos, por eso os confío un deseo que llevo en el corazón: el deseo de paz en el mundo (...). Pida por este don inestimable, especialmente por la querida y atormentada Ucrania».

El Papa ya aclaró durante el vuelo de vuelta de Lisboa que cuando estuvo en el santuario de Fátima, donde no leyó el discurso ni la oración que había preparado, a pesar de que se esperaba una petición pública de paz, lo hizo en silencio, pero no quiso «hacer publicidad». Y añadió, tras asegurar que «de salud está bien» y que no tiene problemas de vista, que recortó o no leyó los discursos en algunos actos de la JMJ para comunicar mejor con los jóvenes.

«Mi visita a Portugal –prosiguió Francisco–, con motivo de la JMJ, se benefició de su ambiente festivo, de la ola de jóvenes que invadió pacíficamente el país y su hermosa capital. Doy gracias a Dios por ello, pensando especialmente en la Iglesia local que, a cambio del gran esfuerzo realizado por la organización y la acogida, recibirá nuevas energías para continuar su camino, para echar de nuevo las redes con pasión apostólica».

«Portugal, como toda Europa y el mundo entero, necesita esperanza, una esperanza sólida, fiable; y esta no viene de una juventud cualquiera, sino de la juventud animada por el Evangelio, por los jóvenes que han encontrado a Cristo y lo siguen», enfatizó el Papa, quien agradeció nuevamente la acogida y la organización, tanto de las autoridades civiles como las eclesiales.