RaphaEl, Da Vinci, Caravaggio... «Cada rincón es un pedazo de historia», dice Gianni, muy bien presentado de traje y corbata, mientras ilumina las obras con la luz de su lámpara de bolsillo. Para cubrir mañana y noche los siete kilómetros del itinerario, él dirige un equipo de diez «clavigeri» (literalmente «quienes cargan las llaves»). «Los museos están divididos en cuatro zonas. Cada clavigero abre de 60 a 75 puertas, o sea un total de más de 270 puertas por día», señala.