Por qué se publica ahora 'Dignitas infinita' tras cinco años de elaboración
Dignitas Infinita aborda, entre otros temas, el atentado a la dignidad humana que suponen el aborto, la trata de personas, la ideología de género, la pobreza o la guerra.
El nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cardenal Víctor Manuel Fernández, presidió la presentación del nuevo documento vaticano Dignitas Infinita, cuyo texto aborda, entre otros muchos temas, el atentado a la dignidad humana que suponen el aborto, la trata de personas, la ideología de género, la pobreza o la guerra.
Pilar de la enseñanza cristiana
En palabras del Prefecto, Dignitas infinita recuerda «los principios fundamentales y los supuestos teóricos para ofrecer importantes aclaraciones que puedan evitar las frecuentes confusiones que se producen en el uso del término ‘dignidad'», y al tiempo que «presenta algunas situaciones problemáticas actuales en las que no se reconoce adecuadamente la inmensa e inalienable dignidad que corresponde a todo ser humano».
La dignidad humana es la misma para todas las personas
Para Fernández, está en juego «un pilar fundamental de la enseñanza cristiana», la dignidad humana, por eso señaló a los periodistas que Dignitas Infinita busca traer las «noticias ofrecidas por el actual Papa» sobre una «cuestión estructurante».
«Hay una dignidad ontológica, que existe en cualquier circunstancia y nunca se pierde», subrayó el cardenal Fernández.
Aborto, ideología de género
«Cuando la Iglesia defiende la vida desde su concepción, no es causa de un fanatismo machista ni de una mentalidad atrasada, buscamos ser coherentes con la dignidad humana más allá de cualquier circunstancia», dijo Fernández, y precisó que «la dignidad humana es la misma para todas las personas hayan salido o no del viento materno». Aunque matizó que, aparte de hablar del aborto, «el documento aborda la violencia contra las mujeres». «Todos los argumentos elegidos son importantes para comprender el tema de un modo armónico», señaló el Prefecto.
El prefecto explicó además el rechazo de la Iglesia a «la ideología de género» sosteniendo que «estas ideologías, en vez de ayudar al reconocimiento de la dignidad, empobrecen la dimensión humana en la que el hombre y la mujer tienen un hermoso encuentro con la mayor diferencia que contiene la humanidad». «Eso es inigualable», sentenció. Y añadió que «la idea del matrimonio homosexual o la eliminación de las diferencias no nos parece aceptable».
Hay una tendencia a querer crear la realidad
No criminalizar la homosexualidad
El prefecto lamentó que algunos católicos defiendan «leyes perversas» contra los homosexuales, que incluyen la posibilidad de la pena de muerte.
«Es algo que sucede, también legalmente, en muchos países del mundo», condenó Fernández, además de recordar que «se habla poco de esta violación de la dignidad humana y este ataque a los derechos humanos».
Cambio de sexo
Preguntado sobre el punto 60 del documento, que establece que «cualquier intervención de cambio de sexo normalmente corre el riesgo de amenazar la dignidad única que la persona ha recibido», el Prefecto señaló que «hoy hay una tendencia a querer crear la realidad», cuestionando esta visión del ser humano como «omnipotente».
El cardenal argentino subrayó que «cuando se trata de niños, la cuestión es mucho más grave», considerando que es necesario aceptar la realidad, «primero, tal como es».
Consecuencias pastorales
En cuanto a las consecuencias pastorales de esta postura, el nuevo prefecto sostuvo que «el principio de acoger a todos está claro en el pensamiento del Papa Francisco».
Respecto al nuevo documento, el jefe de la Santa Sede entendió que la novedad es asumir como principio central para desarrollar los temas tratados en el documento «la dignidad de todo ser humano, más allá de cualquier circunstancia».
A lo largo de la historia, los Papas han dicho «cosas contrarias» sobre cuestiones como la esclavitud
Evolución del Magisterio
En los últimos meses, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó distintos documentos : la posibilidad de que personas transgénero reciban el bautismo, la prohibición de que los católicos se unan a la masonería, la colocación de las cenizas de los muertos o animar a las madres solteras a acceder a los Sacramentos. Por eso, Fernández afirmó que estamos ante una «innovación magistral» en la forma de entender las «bendiciones», para «desarrollar su riqueza pastoral»,
En su intervención, el prefecto destacó la evolución de la enseñanza pontificia sobre el tema de la dignidad humana, recordando que hay puntos concretos en los que, a lo largo de la historia, los Papas han dicho «cosas contrarias» sobre cuestiones como la esclavitud.
«Ahora parece que el Papa no puede decir nada diferente a lo que se dijo antes», señaló el prefecto.
En este sentido, el cardenal reivindicó que «la Iglesia también aprendió del modo más duro, atravesando fases difíciles, hablando con el mundo y escuchando a la sociedad». Y al mismo tiempo que celebró que «en Occidente muchos valores de la sociedad provienen del Evangelio», opinó que «el Evangelio a veces da frutos fuera de la Iglesia que nos interpelan en modos que nos sorprenden» y que, en ese diálogo con el mundo, la propia Iglesia puede redescubrir y vivir el Evangelio con mayor intensidad. Puso como ejemplo «el rechazo total de la pena de muerte por el Papa Francsico, que es el culmen a todo lo que la Iglesia ha reflexionado sobre la dignidad humana».
Otro ejemplo que puso el purpurado sobre la evolución de la sensibilidad de la Iglesia con el tiempo es la bula Dum Diversas con la que «en 1452, Nicolás V concedió al rey de Portugal permiso para someter a los sarracenos y paganos a la esclavitud». «Solo 80 años después, en 1537, Pablo III condenó con la excomunión a quienes sometieran a otros a la esclavitud «porque son seres humanos».
En este sentido, Fernández ha asegurado que es «un ejemplo de cómo la compresión de la realidad por parte de la Iglesia evoluciona y no crece siempre en la misma dirección que los documentos precedentes».
«El Papa Francisco nunca hablará ex cathedra, no querrá crear un dogma de fe ni una declaración definitiva», aseguró el cardenal argentino en respuesta a los presentes: «Creemos que, además del carisma de la infalibilidad, también tiene la asistencia del Espíritu para guiar e iluminar a la Iglesia».