Jubileo 2025
El Cristo de Dalí y el de san Juan de la Cruz se ven cara a cara por primera vez en Roma
En este boceto del místico se inspiró el pintor surrealista español para su famoso cuadro de la Crucifixión en plano picado
El inconfundible Cristo de Portlligat de Salvador Dalí (1904-1989) va a ser expuesto por primera vez junto con el dibujo de san Juan de la Cruz en el que se inspiró el pintor surrealista español para pintarlo. La muestra se celebra en Roma de cara a la preparación del Jubileo 2025.
El próximo 13 de mayo en la iglesia de San Marcello al Corso, en Roma, tendrá lugar la inauguración de la exposición El Cristo de Dalí en Roma, organizada por el Vaticano, que está incluida en el itinerario cultural hacia el Año Santo y podrá visitarse gratuitamente hasta el 23 de junio de 2024.
Este icónico cuadro del artista español, el Cristo de san Juan de la Cruz, conocido también como El Cristo de Portlligat (1951) y que se encuentra en el museo Kelvingrove Art Gallery de Glasgow, en Escocia, se expondrá así por primera vez junto al dibujo reliquia de Cristo Crucificado (1542-1591) realizado por san Juan de la Cruz. En ese boceto se inspiró el artista español, de cuyo nacimiento se cumplen 120 años el 11 de mayo, para su cuadro de Cristo.
«Las dos obras que serán expuestas en esta iglesia del centro de Roma nunca han estado juntas en la historia y por primera vez se podrán admirar juntas gracias a la generosidad del Monasterio de la Encarnación de Ávila, donde se conserva, y del obispo de Ávila, Jesús Rico García», han señalado los organizadores en un comunicado.
Cuenta la tradición, san Juan de la Cruz dibujó el boceto tras una revelación mística. Cuando Dalí conoció el dibujo quedó impactado por la perspectiva tan moderna que se había dado al tema de la crucifixión en el siglo XVI. «Además de su extraordinaria belleza artística, el tema de la esperanza cristiana, que transmite el cuadro de Salvador Dalí, lo hace especialmente adecuado para el contexto del Jubileo», se indica en la nota.
«La esperanza surge ante todo de Cristo, flotando en las tinieblas, que se ofrece desde arriba, como si el espectador lo viera con los ojos del Padre, por la redención de un mundo que, inmediatamente abajo, parece haber encontrado un refugio luminoso de salvación», se agrega.
La elección de Dalí se debe sobre todo a que fue un «artista espiritualmente inquieto, seguro de la existencia de Dios y fascinado por la belleza de Cristo, y aunque ciertamente no puede ser considerado un prototipo de catolicidad lineal, sigue siendo una figura emblemática de un hombre del siglo XX, casi contemporáneo, habitado por una poderosa nostalgia de Dios». Asimismo, la Iglesia que se ha elegido para este cara a cara no es casual pues en ella se encuentra un importante crucifijo de madera considerado milagroso durante la epidemia de peste que afectó a la capital en 1522, y donde acudió el Papa Francisco a rezar para pedir el fin de la pandemia.