El Papa recuerda a los mártires misioneros Javieranos: «Que su ejemplo favorezca la paz»

El Santo Padre ofició este domingo, 18 de agosto, el usual rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro. Durante el comentario al Evangelio del día, Francisco reclamó dos actitudes sobre las que reflexionar: asombro y gratitud «ante el milagro de la Eucaristía».

«Jesús siempre nos sorprende» afirmó el Pontífice, quien explicó que «el pan del cielo es un don que supera todas las expectativas». Continuó enfatizando que aunque pueda sorprender que Jesús de a comer su propia carne y de a beber su propia sangre, como se afirma en el Evangelio, «la carne y la sangre, en cambio, son la humanidad del Salvador, su propia vida ofrecida como alimento para la nuestra».

La actitud de gratitud, por otra parte, es necesaria «porque reconocemos a Jesús allí donde está presente para nosotros y con nosotros». «Gracias a Él podemos vivir en comunión con Dios y entre nosotros», subrayó el Papa.

El Pontífice recordó además, después del rezo de la oración mariana, a los mártires Luigi Carrara, Giovanni Didoné y Vittorio Faccin, misioneros javerianos italianos, y a Albert Joubert, sacerdote congoleño, asesinados en el Congo el 28 de noviembre de 1964, quienes fueron beatificados el domingo en el país africano.

El cardenal Fridolin Ambongo Besungu presidió la Misa de beatificación en Uvira, acompañado por el obispo local y otras autoridades eclesiásticas. La ceremonia se realizó frente a la catedral de San Pablo y contó con la participación del Nuncio Apostólico, monseñor Mitja Leskovar, y el Superior General de los Misioneros Javerianos, el padre Fernando García.

«Su martirio fue la culminación de una vida dedicada al Señor y a los hermanos. Que su ejemplo y su intercesión favorezcan caminos de reconciliación y de paz para el bien del pueblo congoleño», añadió. Concluyó pidiendo oraciones por la paz en Oriente Medio, en Palestina, Israel, Ucrania, Myanmar y en todas las zonas en guerra, «para que se abran caminos de paz».