El Papa Francisco, saluda desde el balcón de las bendiciones
Navidad
Francisco da la bendición 'Urbi et orbi' y pide más «negociaciones» para una «paz justa y duradera»
Desde el balcón sobre la plaza del Vaticano, el Papa ha pedido que «callen las armas de la martirizada Ucrania», pero también las que resuenan en Oriente Medio
Tan solo unas horas después de haber abierto la Puerta Santa, acto que ha dado comienzo al Jubileo 2025, el Papa Francisco se ha asomado al balcón de las bendiciones de la basílica de san Pedro para pronunciar el Urbi et Orbi, como su nombre indica, desde Roma para el resto del mundo. Esta fórmula solemne que el Pontífice pronuncia dos veces al año (el día de Navidad y el Domingo de Resurrección) permite a los fieles obtener la remisión por las penas de los pecados ya perdonados.
Desde el balcón sobre la plaza del Vaticano, el Papa ha pedido que «callen las armas de la martirizada Ucrania», pero también las que resuenan en Oriente Medio. Así, ha recordado a las poblaciones de Israel y Palestina, Líbano y Siria. «Que se abran las puertas del diálogo y de la paz en toda la región, lacerada por el conflicto», ha instado el Pontífice.
En su mensaje de Navidad, Francisco ha mencionado también al pueblo libio, al que ha animado a «encontrar soluciones para la reconciliación nacional»; Igualmente, ha recordado a la República Democrática del Congo, Burkina Faso, de Malí, de Níger y de Mozambique. «La crisis humanitaria que las golpea está causada principalmente por conflictos armados y por la plaga del terrorismo y se agrava por los efectos devastadores del cambio climático, que provoca la pérdida de vidas humanas y el desplazamiento de millones de personas», ha comentado sobre la situación en estos países. No ha dejado de mencionar el Santo Padre a los habitantes de Sudán y Myanmar, para los que desea que el Nacimiento de Jesús traiga consuelo y esperanza.
Antes de dar la bendición, Francisco ha instado a las autoridades políticas de América a fijarse en el Niño, «con el fin de encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social, en particular en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua», ha dicho.
Con motivo del inicio del Jubileo, el Papa ha instado a los cristianos a no tener miedo de cruzar la Puerta Santa, que «representa a Jesús, Puerta de salvación abierta a todos. Jesús es la Puerta que el Padre misericordioso ha abierto en medio del mundo, en medio de la historia, para que todos podamos volver a Él», ha explicado. Esta es la única manera de que el hombre se reconcilie con Dios y consigo mismo. «Todos somos como ovejas perdidas y tenemos necesidad de un Pastor y de una Puerta para regresar a la casa del Padre. Jesús es el Pastor, Jesús es la Puerta», ha continuado.
Bergoglio destaca a Jesús como «la Puerta abierta de par en par» que invita a reflexionar sobre el sentido de la existencia y la dignidad de cada vida. «Nos espera a cada uno de nosotros, especialmente a los más frágiles: los niños que sufren por la guerra, los ancianos en soledad, los refugiados y quienes han perdido su trabajo», afirmó, antes de evocar también a todos quienes son perseguidos por su fe. Además, ha expresado su gratitud hacia «padres, maestros, personal sanitario, misioneros y todos los que trabajan silenciosa y fielmente por el bien común».