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El Papa Francisco inaugura el Jubileo durante la misa de Nochebuena

El Papa Francisco inauguró el Jubileo durante la misa de Nochebuena

¿Qué significa el Jubileo y por qué es tan especial para la Iglesia?

Se espera que más de 30 millones de peregrinos acudan a la Ciudad Eterna para participar en este evento que la Iglesia celebra cada 25 años

se anunciaba con el sonido del yōbēl, (un cuerno de carnero). El Jubileo tiene sus raíces en el pueblo hebreo, donde cada 50 años se proclamaba un año sagrado. Este tiempo de gracia, marcaba la liberación de los esclavos, el perdón de las deudas y el descanso de la tierra. Según el libro del Levítico (25, 8-55), era un momento de alegría y reconciliación, un año en el que la comunidad renovaba su relación con Dios y con los demás.

En la tradición cristiana, el Jubileo fue instaurado por el Papa Bonifacio VIII en el año 1300, como un tiempo especial de gracia para redescubrir la fe y regresar a Dios Padre, a través de su Hijo. Originalmente celebrado cada 100 años, su periodicidad se redujo a 50 años bajo el Papa Clemente VI en 1342, y finalmente a 25 años con san Juan Pablo II, para que cada generación pudiera experimentar este momento único al menos una vez en la vida.

El Jubileo comienza con un gesto central: la apertura de la Puerta Santa, que invita a los fieles a atravesarla como símbolo de su compromiso de seguir a Cristo. Inspirado en las palabras del Evangelio de San Juan –«Yo soy la puerta. Si alguien entra por mí, se salvará», (Jn 10,9)–, el acto de cruzar este umbral expresa la voluntad de los fieles de dejarse guiar por Jesús, la «luz de la luz» proclamada en el Credo Niceno.

Esta tradición, iniciada en 1425 por el Papa Martín V en la basílica de San Juan de Letrán, considerada la catedral de Roma, simboliza el inicio de un tiempo de conversión, retorno a Dios y servicio al prójimo. En palabras de la Iglesia, Cristo es la Puerta que conduce a la salvación.

¿Cómo ser «peregrino de la esperanza»?

Uno de los aspectos más destacados del Jubileo es la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria, una remisión completa que borra toda pena causada por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento. Esta práctica abre una puerta de esperanza para el pecador, ofreciendo la oportunidad de recomenzar de nuevo en su vida de fe. Para ello, los fieles deben cruzar la Puerta Santa en Roma o en una iglesia jubilar designada, confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.

Bajo el lema «Peregrinos de esperanza», el Jubileo 2025 promete ser un tiempo de gracia y alegría para toda la Iglesia. El Papa Francisco inauguró el Año Santo el pasado 24 de diciembre, abriendo la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, y lo clausurará el 6 de enero de 2026. Se espera la llegada de más de 30 millones de peregrinos a Roma, quienes podrán participar en actividades organizadas en torno a este evento con siglos de historia.

La Santa Sede ha dispuesto herramientas, como una página web y una aplicación móvil, para facilitar la peregrinación de los fieles. Estas plataformas incluyen información sobre las iglesias jubilares, eventos programados, la tarjeta del peregrino y la posibilidad de inscribirse como voluntario. El Jubileo no solo es una peregrinación física, sino también un viaje interior. Es una exhortación a la conversión y una oportunidad para dar testimonio de la alegría del Evangelio.

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