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El Papa Francisco asiste a la audiencia general semanal en el Aula Pablo VI del Vaticano

El Papa Francisco asiste a la audiencia general semanal en el Aula Pablo VI del VaticanoAFP

La respuesta del Papa a una mujer que le escribió contándole que había sido traicionada por su marido

Antes de su ingreso en el hospital Gemelli, el Santo Padre prestó atención al caso de Catia, que representa la de tantas parejas y familias de hoy

«Me siento herida, engañada, humillada y perdida», escribe Catia, una mujer que ha vivido el dolor de la infidelidad en su matrimonio. En una emotiva carta al Papa Francisco, publicada en Piazza San Pietro, la revista mensual del Vaticano, Catia comparte su experiencia desgarradora de haber descubierto que su marido la había traicionado durante más de un año con una mujer más joven. El motivo de la infidelidad, según su marido, fue que él no se sentía preparado para tener hijos.

«Lo veía arrepentido, se acercó a la fe y comenzó a rezar conmigo todos los días», relata Catia. Sin embargo, a pesar de las promesas de cambio, su marido continuó con su engaño, mintiéndole constantemente. «Me siento perdida. Aún lo quiero, pero ¿cómo puedo perdonar todo lo que me hizo? ¿Es correcto perdonar lo que parece imperdonable? ¿Cómo puedo alejar de mi corazón el recuerdo de todo lo que hizo con otra, incluso en nuestra propia casa?», se pregunta Catia, buscando respuestas en su dolor.

El Papa responde

Antes de su ingreso en el hospital Gemelli, el Santo Padre prestó atención al caso de Catia, que representa la de tantas parejas y familias de hoy. En su carta de respuesta, no solo ofrece consuelo, sino también una reflexión sobre el perdón y la restauración en el matrimonio. «No es fácil perdonar, especialmente cuando se es traicionado en el amor y la confianza», reconoce el Pontífice, pero enfatiza que cada historia es única, con sus propios matices y particularidades.

«El perdón es un acto libre y personal, que se alimenta del espíritu, de la gracia y del amor de Dios», escribe, haciendo hincapié en que la restauración de la relación no depende solo de la capacidad de perdonar, sino de un camino paralelo que debe recorrer cada uno de los esposos. El Pontífice explica que, si bien el perdón es fundamental para sanar las propias heridas, la reconstrucción de la relación «en caridad y verdad» tiene una autonomía propia, que va más allá de la simple capacidad de perdonar.

Para el Papa, el perdón no significa ignorar el daño sufrido, sino avanzar con fe, guiados por el amor que todo lo puede sanar. «El amor en el matrimonio debe mejorar constantemente, mirando a Jesús, a María, al himno de la caridad de San Pablo. Si hay amor, el amor puede sanar, reconectar y reparar lo roto», explica Francisco, invitando a Catia a no perder la esperanza.

Oración y perdón

El Papa también aconseja a Catia que, si aún hay amor en su matrimonio, busque recorrer un camino de sanación junto a su esposo. «Usted puede pedirle que hagan juntos un camino de acompañamiento, participando en encuentros con parejas cristianas comprometidas en ayudar a parejas heridas. Compartir sus experiencias y dificultades puede ser el signo que busca», sugiere Francisco, quien también señala que estas parejas de apoyo, muchas veces con experiencia personal, pueden ofrecerles una visión sana y madura del perdón y la reconciliación.

Sin embargo, el Papa no deja de ser realista. En su respuesta, Francisco cita su propia exhortación apostólica Amoris Laetitia, en la que subraya que «la consideración de la propia dignidad y del bien de los hijos impone un límite firme a las exigencias excesivas del otro, a una gran injusticia, a la violencia o a una falta de respeto que se ha vuelto crónica».

A pesar de la difícil situación que Catia enfrenta, el Papa, con su característico tono lleno de compasión, mantiene una firme esperanza, reconociendo que «puede ser un camino lleno de obstáculos», pero que «con la oración y el perdón, que construyen y refuerzan la conversión de cada uno, el bien crece y puede vencer cualquier mal».