El ataúd de Benedicto XVI, en la cripta vaticana — El ataúd de Benedicto XVI, predecesor de Francisco, en la cripta vaticana

Así era la liturgia de los tres ataúdes que el Papa Francisco derogó

El uso de los tres ataúdes respondía al protocolo vaticano. El primero era de madera de ciprés e iba forrado con terciopelo carmesí, el segundo era de zinc sellado y el último, el visible, de madera de olmo o de roble, según distintas fuentes

Una de las peculiaridades del entierro de los Papas era el uso de tres ataúdes. El uso de los tres cajones respondía al protocolo vaticano. El primero es de madera de ciprés y va forrado con terciopelo carmesí, el segundo es de zinc sellado y el último, el visible, de madera de olmo o de roble, según distintas fuentes.

En la primera caja, junto a los restos del pontífice, se solían meter las medallas y monedas acuñadas durante su pontificado, así como los distintos palios o la estola de lana blanca símbolo de jurisdicción.

Posteriormente, el sarcófago de ciprés era introducido en otro de zinc. Tras colocar en el primero una cinta con los sellos oficiales, era debidamente sellado y soldado. Por último, el féretro era colocado en otro ataúd de madera e introducido en las Grutas del Vaticano.

Los portadores del féretro se llevan el ataúd del Papa Emérito Benedicto XVI al final de la misa funeral

Francisco simplifica los funerales de los Papas: se elimina el uso de tres ataúdes y el catafalco

María Rabell García

Pues bien, todo este ritual fue derogado hace solo unos meses (en noviembre de 2024) por el Papa Francisco, quien introdujo modificaciones en los ritos funerarios de los pontífices, destacando una simplificación de las ceremonias y la eliminación de tradiciones como el uso de tres féretros y el catafalco para la exposición del cuerpo.

Estas novedades, tal y como publicó este periódico, están recogidas en la edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, publicada el 20 de noviembre de 2024 tras aprobarse el 29 de abril de ese mismo año. Los cambios buscan reflejar mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado y adaptarse a las preferencias del actual Papa.

En cuanto a los títulos utilizados en las ceremonias, se adoptará un enfoque más sencillo, escribía María Rabell en este periódico el pasado mes de noviembre. «Durante los ritos religiosos se emplearán términos como 'Papa', 'obispo de Roma' y 'pastor', dejando de lado expresiones como 'Romano Pontífice'. Esta decisión refuerza la idea de que el funeral de un papa debe reflejar el de un pastor y discípulo de Cristo, y no el de una figura de poder».