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arzobispo de TángerEmilio Rocha Grande (OFM)

El hilo rojo de Francisco

No cabe duda, en todo caso, de que el diálogo interreligioso ha sido uno de los ejes que han vertebrado el pontificado de Francisco. Ha sido un Papa rico en magisterio y en muchos gestos sorprendentes que han jalonado su pontificado, colocándolo frecuentemente en el objetivo de los medios de comunicación

Actualizada 11:31

Aún recuerdo con emoción el atardecer del ya lejano 13 de marzo de 2013 cuando apenas pasadas las siete de la tarde, la chimenea de la Capilla Sixtina empezó teñir de blanco el cielo de Roma anunciando a la Urbe y al Orbe la elección de un nuevo obispo de Roma llamado a guiar la Iglesia católica tras la sorprendente renuncia del papa Benedicto XVI.

Como franciscano viví aquel momento, ya suficientemente intenso, con mayor emoción todavía cuando al asomarse a la logia central de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el cardenal camarlengo anunció que el cardenal Jorge Mario Bergoglio, tras haber aceptado la elección como Papa había adoptado como nombre Francisco, en memoria de san Francisco de Asís.

Francisco ha sido un Papa rico en magisterio y en muchos gestos sorprendentes que han jalonado su pontificado, colocándolo frecuentemente en el objetivo de los medios de comunicación. En estas pocas líneas quiero centrarme únicamente en su aportación al diálogo interreligioso; es un tema que en cuanto arzobispo de Tánger (Marruecos) afecta de modo particular a una Iglesia local en un país en el que la práctica totalidad de la población profesa la religión musulmana.

El Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi juntamente con el imán Al-Tayyeb, y la carta encíclica Fratelli tutti, firmada el 3 de octubre de 2020 son dos hitos de especial importancia en el pontificado de Francisco en el campo del diálogo interreligioso.

Entre esos dos momentos, recordamos que durante su viaje a Marruecos, en marzo de 2019, el Papa Francisco supo propiciar grandes momentos de comunión espiritual, como cuando en el concierto de la Orquesta Sinfónica de Marruecos: se cantaron al unísono oraciones musulmanas (Allahu akbar), judías (Adonai) y cristianas (Ave María).

El director editorial del Dicasterio para las Comunicaciones de la Santa Sede, Andrea Tornielli, aseguraba el 10 de marzo de 2021 que «hay un hilo rojo que une tres importantes intervenciones del Papa Francisco en relación con el diálogo interreligioso y en particular con el Islam»: el papel de la religión en nuestras sociedades, el criterio de la auténtica religiosidad y el camino concreto para caminar como hermanos y construir la paz”. Estos puntos pueden descubrirse en los discursos de Francisco en Azerbaiyán en 2016, en Egipto en 2017 y en Irak, pronunciado en Ur de los Caldeos, la ciudad de Abraham.

Es muy pronto para hacer una valoración del ministerio pastoral desarrollado por el Papa Francisco a lo largo de sus 13 años de pontificado. Como para san Juan Pablo II y Benedicto XVI, particularmente sometidos a la presencia constante de los medios de comunicación social, pero acentuado aún más en el caso de Francisco al que ha tocado ejercer el ministerio petrino viéndose permanentemente presente en todos los medios tradicionales y en innumerables plataformas digitales, se necesita una cierta distancia que clarifique la perspectiva. No cabe duda, en todo caso, de que el diálogo interreligioso ha sido uno de los ejes que han vertebrado el pontificado de Francisco. Al presentar a Dios en la oración su alma no puedo sino dar gracias a Dios por su contribución en este campo tan complicado y exigente, abriendo nuevas vías a un encuentro entre las grandes religiones monoteístas, semilla de paz y reconciliación entre los pueblos.

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