
Giovanni Battista Re, Kevin Farrell y Dominique Mamberti
Los tres cardenales que tienen en sus manos la sede vacante
Al fallecer el Santo Padre, la Iglesia entra en un periodo llamado sede vacante, en el que nadie puede tomar las decisiones propias de un Papa. No hay nombramientos de obispos y no hay documentos pontificios, todo se congela por lo que se refiere a la Ciudad del Vaticano
Cuando muere un Papa, en los días siguientes solo tres cardenales tienen un papel fundamental. Sus funciones son meramente organizativas en el tiempo de Sede Vacante. Ellos son: Giovanni Battista Re, Kevin Farrell y Renato Raffaele Martino. El resto se quedan cesados automáticamente al fallecer el obispo de Roma.
¿Quiénes son?
Antes de nada, el médico del Vaticano debe confirmar el fallecimiento del Sumo Pontífice, registrando con exactitud los detalles del deceso, como la hora y el motivo de la muerte. Después se deben colocar dos banderas negras en la Plaza de San Pedro. Una de ellas estará ubicada en lo más alto de la Basílica de San Pedro y la otra en la torre del campanario; entre tanto, las campanas de la Basílica sonarán en señal de luto.
Es la figura más expuesta durante este periodo es el cardenal decano del colegio cardenalicio Giovanni Battista Re. No toma decisiones en sustitución del Papa, se encarga de las gestiones de los cardenales, vital para la organización del conclave y los anuncios públicos. Quien informará la muerte del papa será el decano del Colegio de Cardenales, mismo que realizará los preparativos necesarios para el funeral y la elección de la próxima persona que será el Sumo Pontífice.

El cardenal Giovanni Battista Re
- Comunicar la noticia sobre la muerte del Papa al cuerpo diplomático, a la Santa Sede y a los líderes de las naciones.
- Es el celebrante principal de las misas exequiales del Sumo Pontífice.
- Convoca al Cónclave que elegirá al nuevo papa.
- Celebra la misa pro eligendo Pontifice, dando inicio al cónclave.
- Coloca el anillo del pescador al nuevo Papa durante la Misa de inicio de Pontificado.
Normalmente, es el celebrante principal de la misa funeral de un cardenal, si este fallece en Roma y llegados a este punto, se ejecutará un proceso de sucesión que comienza oficialmente con la muerte del papa.
La otra figura, en estos días, es el camarlengo, el americano cardenal Kevin Farrell. Hasta que no se elige un nuevo Papa, el camarlengo ejerce como jefe del Estado del Vaticano en funciones, pero sin poder de decisión o hacer nombramientos. Una de las principales funciones del camarlengo es certificar el fallecimiento de un Pontífice.

Kevin Farrell
El procedimiento comienza cuando esta figura se sitúa al lado del lecho de muerte del cadáver, llama a este con su nombre de pila y apellidos en un total de tres ocasiones y con tres minutos de diferencia entre ellas.
A continuación, ha de golpear suavemente la cabeza del Santo Padre fallecido.
Es en ese momento cuando es declarado muerto, siendo el camarlengo a quien corresponde retirarle del dedo el anillo del Pescador, siempre en presencia de los cardenales. Dicho anillo se procede a su destrucción con un martillo, junto con el sello oficial de plata del Pontífice. Con estos gestos se simboliza el final de un Pontificado.
El protocolo concluye con el camarlengo cerrando los aposentos privados del Papa, también en presencia de los cardenales prefectos y del secretario de Estado.
Una vez se produce este momento trascendente es cuando se informa de la muerte del Santo Padre a los principales mandatarios de la curia romana, junto al decano del Colegio Cardenalicio y al vicario general de Roma. Es este último quien lo da a conocer al resto de la sociedad.
Una vez se ha informado a la población de la muerte del máximo representante de la Iglesia católica, corresponde al camarlengo iniciar los preparativos de las exequias y llamar a cónclave por parte del decano del Colegio Cardenalicio.

Cardenal Dominique Mamberti
`Habemus papam´
El tercer cardenal que veremos estos días es el cardenal protodiácono es Dominique Mamberti, que ocupa este puesto desde julio de 2024.
El protodiácono es el más antiguo de la orden diaconal, orden de cuatro diáconos romanos que ayudan al santo padre en sus labores de obispo de Roma. Si la antigüedad entre varios cardenales es la misma, la prioridad recae en el prelado nombrado en primer lugar en la lista de cardenales creados en el consistorio.
Al cardenal protodiácono le corresponde la misión de anunciar la elección del nuevo Papa, recitando la célebre fórmula Habemus papam. Además, impone el palio al nuevo Pontífice electo hasta la celebración eucarística de inicio del ministerio papal, presenta los metropolitanos que tienen que recibir el palio del pontífice durante la solemnidad de San Pedro y San Pablo (29 de junio) y anuncia la concesión de la indulgencia plenaria cuando el Papa imparte la bendición Urbi et orbi en Navidad y Pascua.
Más noticias sobre el Papa Francisco
- «Francisco, el Papa valiente»: el documental de El Debate que repasa el pontificado de Bergoglio
- Qué significa «sede vacante» y qué ocurre cuando muere o renuncia un Papa
- ¿Cuáles son los posibles cardenales «papables»?
- ¿Por qué el Papa Francisco será enterrado en la basílica de Santa María La Mayor y no en San Pedro?
- Martillo de plata, testigos y nombre de pila: así es el ritual «Si vives» que confirma la muerte del Papa
- Cuál es el protocolo para elegir un nuevo Papa