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El cardenal Angelo Becciu

El cardenal Angelo BecciuAFP

Becciu quiere ser el cardenal 134 del cónclave

Pese a una condena por malversación y la pérdida pública de sus derechos cardenalicios, Angelo Becciu asegura que nada le impide votar al próximo Papa

A pocos días del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, un nombre vuelve a sacudir los pasillos vaticanos: Giovanni Angelo Becciu. A sus 76 años, el cardenal italiano condenado por corrupción ha anunciado su intención de participar en la elección del nuevo Pontífice, pese a haber sido apartado públicamente por Francisco en septiembre de 2020, cuando la Justicia de la Santa Sede confirmó las distintas acusaciones vertidas sobre el cardenal de Cerdeña.

«Estaré allí», declaró recientemente en una entrevista con Unione Sarda. Becciu, que fue durante años una de las figuras más influyentes de la Curia romana como sustituto en la Secretaría de Estado, insiste en que no ha recibido ningún documento oficial que le impida formar parte del cónclave. «El Papa reconoció intactas mis prerrogativas cardenalicias puesto que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni tampoco petición de mi renuncia explícita por escrito», sostiene.

Londres, epicentro del fraude de Becciu

El 24 de septiembre de 2020, la Santa Sede difundió un comunicado sobre Becciu en el que se explicaba que «el Santo Padre ha aceptado la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de todos los derechos relacionados con el cardenalato». Días después, el cardenal sardo confirmaba su aceptación: «Por el espíritu de obediencia y por el amor que llevo a la Iglesia y al Papa, acepté su pedido de hacerme a un lado. Pero soy inocente y lo probaré».

Posteriormente, en diciembre de 2023, el purpurado fue condenado a cinco años y medio de prisión por el Tribunal Penal del Estado de la Ciudad del Vaticano, tras ser hallado culpable de malversación y abuso de poder. La sentencia estuvo relacionada con operaciones irregulares como la compra de un edificio en Londres con fondos del Óbolo de San Pedro y transferencias hacia entidades vinculadas a su familia.

Sin embargo lo que este purpurado ha explicado es que esa decisión papal no se tradujo en un acto jurídico formal que le retirase el derecho a votar en cónclave. Tampoco habría firmado renuncia alguna ni recibido notificación oficial en ese sentido.

El cardenal insiste en su inocencia

El Papa Francisco invitó a Becciu a asistir a un consistorio en agosto de 2022, un gesto que fue descrito como un «acto privado de misericordia pastoral», pero no como un indicio de restauración de sus derechos cardenalicios. El cardenal declaró al diario italiano que «el Papa reconoció que mis prerrogativas cardenalicias permanecen intactas», lo que, según él, justifica su elegibilidad para votar en el cónclave.

De hecho, el cardenal participó en la primera Congregación General este 22 de abril, tal como lo permiten las normas del Vaticano, ya que tanto los electores como los no electores pueden asistir a estas sesiones preparatorias al cónclave. No obstante, aunque Becciu no figura en la lista oficial de electores publicada por la Oficina de Prensa del Vaticano, ha cuestionado su validez: «No tiene valor legal y debe considerarse como lo que es».

Inicialmente estaban convocados 135 cardenales electores para el próximo cónclave que tendrá lugar en las próximas semanas, pero el número se ha reducido a 133 tras la baja del bosnio Vinko Puljić y del español Antonio Cañizares, ambos por motivos de salud. En este contexto, Angelo Becciu aspira a convertirse en el cardenal número 134 del cónclave, pese a las dudas sobre su participación.

Con emoción, Angelo Becciu expresó su pesar por la muerte del Papa Francisco, quien lo creó cardenal en 2018 y con quien compartió años de estrecha colaboración: «Nada puede borrar esos siete años de trabajo conjunto al más alto nivel de la Iglesia».

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