Las ojeras no solo salen por dormir malPerig Morisse

Esto es lo que deben durar tus siestas para sobrevivir a una noche en blanco

Dos sesiones de siesta, una de 90 minutos seguida de un sueño rápido de 30 minutos más tarde pospone la somnolencia y la fatiga

Trabajar en un turno de noche o no pegar ojo por la llegada de un bebé a la familia puede llegar a ser agotador. Un nuevo análisis sobre siestas en turnos nocturnos realizados entre 2012 y 2018 reveló la estrategia ideal para dormir que podría ayudar a contrarrestar la somnolencia y la fatiga durante un trabajo nocturno de 16 horas.

Un nuevo estudio fue publicado en la revista Scientific Reports, mostró que cuando se permanece despierto toda la noche, programar dos sesiones de siesta, una de 90 minutos seguida de un sueño rápido de 30 minutos más tarde, es la opción óptima en lugar de una sola siesta de 120 minutos para posponer la somnolencia y la fatiga.

La autora del estudio Sanae Oriyama, profesora de ciencias de enfermería en la Universidad de Hiroshima explica: «Una siesta de 90 minutos para mantener el rendimiento a largo plazo y una siesta de 30 minutos para mantener niveles más bajos de fatiga y reacciones rápidas, como combinación estratégica de siestas, pueden ser valiosas para la eficiencia y la seguridad en el trabajo temprano en la mañana».

Rendimiento cognitivo

Oriyama reexaminó estudios piloto anteriores de los que fue coautora para comparar el estado de alerta y el rendimiento cognitivo después de tomar una siesta y durante un turno simulado de 4 p. m. a 9 a. m. El experimento de condición de una siesta se realizó en 2012, el de dos siestas en 2014 y el de ninguna siesta en 2018.

Descubrió que aquellos que tomaban una sola siesta de 120 minutos que terminaba a medianoche experimentaban peor somnolencia a las 4 de la madrugada y duraba hasta el final del turno. Sin embargo, los participantes que programaron dos siestas (la de 90 minutos que duró hasta la medianoche y la de 30 minutos que finalizó a las 3 a.m.) evitaron la somnolencia hasta las 6 a.m. Oriyama sugirió agregar 30 minutos adicionales de sueño entre las 5 y las 6 a.m. que la somnolencia podría aumentar entre las 7 y las 8 de la mañana

En cuanto a la fatiga, aunque todos los grupos de siestas expresaron niveles significativamente mayores entre las 4 y las 9 de la mañana, el grupo de dos siestas la experimentó con una intensidad menor que el resto.

Se necesitan 90 minutos para completar un ciclo de sueño completo. Y despertarse antes de que termine podría exacerbar la inercia del sueño, el aturdimiento y la desorientación que se sienten al despertar por primera vez. De igual forma, el estudio encontró que si el tiempo total de sueño se prolonga, la fatiga y la somnolencia también podrían aumentar.

Oriyama dijo que sus hallazgos también podrían ser útiles para los nuevos padres: «Los resultados de este estudio se pueden aplicar no sólo a los trabajadores del turno de noche, sino también para minimizar la fatiga por falta de sueño en los padres que crían a sus hijos».