Una bacteria puede viajar a través del nervio olfativo en la narizGTRES

Hurgarse la nariz aumentar el riesgo de Alzheimer

La responsable es una bacteria que puede viajar a través del nervio olfativo en la nariz

El Alzheimer es una enfermedad que destruye las células del cerebro y los nervios, interrumpiendo los transmisores que transportan los mensajes en el cerebro, en particular los responsables de almacenar los recuerdos causando problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento.

Según explican desde la Alzheimer's Associaton, esta patología es responsable de entre un 60 y un 80 % de los casos de demencia y, a pesar de que la padecen millones de personas en todo el mundo, a día de hoy se desconoce su origen, lo que dificulta el tratamiento de una dolorosa enfermedad que, lamentablemente a día de hoy, no tiene cura.

Los científicos trabajan para dar respuesta a muchas de las preguntas que aún están sin resolver sobre esta enfermedad que, por norma general, desarrolla sus síntomas de forma lenta, empeorando con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren en las tareas del día a día de la persona que la sufre. Investigadores de la Universidad de Griffith han visto que un sencillo gesto como hurgarse la nariz puede ser un factor desencadenante de la enfermedad.

Un viaje por el nervio olfativo

Los científicos han demostrado que una bacteria puede viajar a través del nervio olfativo en la nariz y al cerebro en ratones, donde crea marcadores que son un signo revelador de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, mostró que la bacteria patógena Chlamydia pneumoniae utilizó el nervio que se extiende entre la cavidad nasal y el cerebro como vía de invasión para llegar al sistema nervioso central. Las células en el cerebro respondieron posteriormente depositando proteína beta amiloide, que es un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer.

El profesor James St. John, director del Centro Clem Jones de Neurobiología e Investigación de Células Madre y coautor de la primera investigación mundial, explica: «Somos los primeros en demostrar que Chlamydia pneumoniae puede subir directamente por la nariz y llegar al cerebro, donde puede desencadenar patologías que se parecen a la enfermedad de Alzheimer», y añade: «Vimos que esto sucedió en un modelo de ratón, y la evidencia también es potencialmente aterradora para los humanos».

El nervio olfativo de la nariz está directamente expuesto al aire y ofrece un camino corto al cerebro, que pasa por alto la barrera hematoencefálica. Es una ruta que los virus y las bacterias han detectado como una vía fácil hacia el cerebro.

El equipo del Centro ya está planeando la próxima fase de investigación y tiene como objetivo demostrar que existe el mismo camino en los humanos.

«Necesitamos hacer este estudio en humanos y confirmar si la misma vía funciona de la misma manera. Es una investigación que ha sido propuesta por muchas personas, pero que aún no se ha completado. Lo que sí sabemos es que estas mismas bacterias están presentes en los humanos, pero no hemos descubierto cómo llegan allí».

El profesor St. John asegura que hurgarse la nariz y arrancarse los pelos no es una buena idea: «No queremos dañar el interior de nuestra nariz y esta práctica puede hacerlo».

Pérdida del sentido del olfato

Las pruebas de olfato también pueden tener potencial como detectores de la enfermedad de Alzheimer y la demencia, dice el profesor St. John, ya que la pérdida del sentido del olfato es un indicador temprano de la enfermedad de Alzheimer. Sugiere que las pruebas de olfato desde que una persona cumple 60 años podrían ser beneficiosas como un detector temprano.

«Una vez que pasa de los 65 años, su factor de riesgo aumenta, pero también estamos analizando otras causas, porque no es solo la edad, también es la exposición ambiental. Y creemos que las bacterias y los virus son críticos».