¿Cuál es la diferencia entre un sérum y una crema hidratante?

Todos queremos lucir la mejor de nuestras sonrisas en un rostro perfecto pero el paso de los años hace que la piel pierda elasticidad. La exposición al sol, la genética, alimentación o el estrés tienen mucho que ver con el aspecto de nuestra cara. Conseguir una piel hidratada es fundamental para parecer más joven algo que no solo se consigue bebiendo dos litros de agua al día sino que pasa por utilizar las cremas correctas en función de la edad y el tipo de piel. El reto es acertar con la compra y ante la pregunta '¿sérum o una crema hidratante?' hay que saber distinguir qué es lo que más conviene a nuestra piel.

La Dra. Lorea Bagazgoitia dermatóloga y autora del libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel explica las principales diferencias entre ambos productos: «Los sérum son productos habitualmente ligeros, de base acuosa y con una gran capacidad de penetración en la piel. Por esto tienen un alto contenido en activos que queremos que se absorban en profundidad y desarrollen su función» sin embargo, añade «las cremas, pueden contener igualmente moléculas activas, pero su capacidad de penetración suele ser menor». Por otro lado, «suelen ser formulaciones más oleosas, lo cual hace que cierta parte permanezca en la superficie de la piel. Esto tiene un efecto de contención y ayuda a que la piel no pierda agua y se deshidrate», asegura la dermatóloga.

Las pieles grasas o más jóvenes pueden utilizar únicamente un sérum. Sin embargo, aquellas pieles más secas o envejecidas pueden necesitar una crema acompañando o no al sérum, de tal forma que evite la pérdida transepidérmica de agua y favorezca la acción del sérum.

Seis pasos para seguir una rutina

Seguir una rutina diaria es fundamental para mantener la piel hidratada y protegida. Desde Neutrógena se ofrecen seis pasos para el cuidado de la piel:

• Limpiador. Comienza siempre con un limpiador. Los productos para la piel funcionan mejor sobre un «lienzo» limpio.

• Tónico. Si usas un tónico facial, aplícalo directamente sobre la piel limpia. Contribuirá a eliminar los restos que hayan quedado después de la limpieza y equilibrará el pH de tu piel.

• Contorno de ojos. La piel alrededor de los ojos es extremadamente fina y delicada, por lo que es una de las zonas que se dañan con más facilidad. Introducir una crema para el contorno de ojos en tu rutina diaria a partir de los 20 años te ayudará a proteger tu piel de los daños y mantendrá su elasticidad. Aplica el contorno de ojos antes que cualquier otro ingrediente activo o tratamiento, de manera que no frotes accidentalmente esas cremas en la zona sensible del ojo.

• Tratamiento o sérum. Estos productos están diseñados para tratar problemas específicos de la piel, como la piel seca, las manchas o las arrugas. Dado que contienen elevadas concentraciones de ingredientes activos, querrás que esos componentes estén lo más cerca posible de tu piel para que tengan la posibilidad de penetrar y actuar.

• Crema hidratante. No te saltes este paso sólo porque no sientes tu piel seca porque es importante mantener la piel bien hidratada, sea del tipo que sea.

• Protector solar. Termina la rutina de la mejor manera aplicando una capa de protección. El protector solar actúa como una barrera contra los rayos UVA y UVB para evitar que estos causen estragos en tu piel. Según la Academia Americana de Dermatología, debes aplicarte un protector solar con un SPF de 30 o más, todos los días, incluso cuando está nublado, o incluso en invierno.