Cómo debe ser la almohada perfecta, según la OCU
La idónea sería aquella que resulte más ergonómica
Después de una larga jornada dormir bien no es un capricho sino una necesidad. El descanso es vital para recuperarse y tener el mejor rendimiento posible al día siguiente.
El neurocientífico y experto en sueño Merrill Mitler afirma: «El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor».
Dormir las horas correctas y hacerlo en un colchón adecuado es fundamental para conseguir ese equilibrio entre sueño y descanso pero ¿qué pasa con la almohada? ¿Es necesaria? El Instituto del Sueño asegura que sí.
«En principio, la almohada idónea sería aquella que nos resulte más ergonómica, es decir, que mantenga cuello, cabeza y hombros de tal manera que se respete la posición natural de la columna vertebral, parte sobre la que recaen las secuelas de las deficiencias posturales. Digamos que el objetivo, al dormir, es mantener nuestra columna vertebral, de forma equivalente a cuando nos encontramos de pie».
Una almohada según la posición
- Dormir de lado: La almohada debe permitir que exista una distancia adecuada entre los hombros y las orejas, manteniéndose al mismo tiempo el cuello alineado.
- Dormir boca arriba: Estas personas tienen un rango mayor de soporte en todo el cuerpo; pero igualmente deben tener en cuenta evitar una almohada muy baja o una demasiado alta.
- Dormir boca abajo: Lo ideal es dormir sin almohada o con una muy fina para evitar que la cabeza se eleve más de lo normal y pueda producir dolor en el cuello.
Tipos de almohadas
Una vez analizada la forma de dormir hay que buscar la almohada adecuada. Hay muchos tipos distintos: viscoelásticas, de fibra, cervicales o ergonómicas. Estas son las diferencias entre unas y otras según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Almohadas viscoelásticas y de espuma:
Las almohadas de espuma son normalmente de poliuretano. Las almohadas viscoelásticas son las más populares entre las de espuma. Una almohada viscoelástica se amolda a la forma de la cabeza y cuello, y la forma permanece durante un poco de tiempo cuando nos retiramos, es lo que se conoce como efecto memoria. Su precio oscila entre los 20 y los 100 euros, sostienen los expertos de la OCU.
Almohadas de fibra
Cuentan con un relleno sintético, normalmente de fibra de poliéster. El aire circula muy bien por ellas, por lo que suelen ser frescas. Se pueden mullir con facilidad para acomodar la cabeza mejor y tienen un precio bastante económico, desde unos 15 euros.
Almohadas de látex
El relleno de las almohadas de látex puede ser sintético, de origen natural o mezcla de ambos. Este tipo de almohada ofrece una buena sujeción de la cabeza, lo que la hace muy adecuada para quien duerme de lado o para personas corpulentas. Su precio oscila entre 20 y 80 euros.
Almohadas de plumas y plumón
Las plumas son de oca o de pato. Las almohadas con relleno de plumas son blandas, se deforman, pero vuelven rápidamente al punto de partida. Este tipo de almohada está más pensado para los que duermen boca abajo pero no es indicado para personas muy robustas, ni tampoco para quienes se mueven mucho mientras duermen. El precio de una almohada de pluma va de 15 a 70 euros.
Independientemente del tipo de relleno, una almohada también puede diferenciarse por su forma y tamaño:
Almohadas según su forma
Cervicales o ergonómicas
Tienen una forma ondulada para rellenar el hueco del cuello y favorecer un alineamiento correcto entre la columna, el cuello y la cabeza. Dan mayor soporte a la zona cervical y alivian las tensiones de los músculos del cuello, sin embargo la OCU advierte que no siempre resultan cómodas para todas las personas. El precio de las almohadas cervicales suele ser elevado, de 30 a 80 euros.
Almohadas modulares
Las almohadas modulares, tienen diferentes capas de quita y pon que permiten regular su altura. Hay que consultar las instrucciones del fabricante para saber qué capas utilizar en cada caso. También las hay de distinta firmeza en cada lado.