Los consejos para utilizar correctamente un enjuague bucal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace hincapié en nuestra salud bucal como pieza clave de la salud general. Y es que más de 3.500 millones de personas tienen enfermedades bucales no tratadas que pueden terminar derivando en problemas que afecten a todo el cuerpo. Para tener una limpieza bucal correcta es recomendable ir más allá del clásico cepillado de dientes. Utilizar uno eléctrico, hilo dental y colutorio son tres pasos básicos para completar este lavado. Pero a veces surgen dudas sobre cómo y cuándo hacer uso del enjuague bucal y qué tipo es el más adecuado para comprar.

Este líquido es una solución acuosa o hidroalcohólica que contiene una serie de principios activos eficaces para mejorar la higiene dental, ya que reduce la aparición de bacterias o mata a las ya existentes. Dentro de ellos, existen diferentes variedades en función de si queremos tratar algún problema en concreto. Por ejemplo, hay enjuagues anticaries, periodontales, para disminuir la sensibilidad o para paliar la sequedad bucal.

Cabe destacar que los mejores resultados se consiguen con los enjuagues que contienen clorhexidina, que combina un efecto antiplaca y antibacteriano y promueve la salud gingival. También aquellos con flúor, puesto que disminuyen el riesgo de caries y ayudan en la remineralización dental, un proceso en el cual los minerales son retornados a la estructura molecular del diente en sí mismo..

Lo más importante que hay que resaltar es que el colutorio es un complemento al cepillado, que es la base de la limpieza. En ningún caso el uso de enjuague suple al del cepillo de dientes. Por tanto, es indispensable realizar un correcto cepillado y posterior uso de enjuague para poder conseguir una completa y adecuada higiene bucal.

Modo de empleo

Es aconsejable utilizar una pasta de dientes de la misma familia que el colutorio y sin componentes que interfieran con los asépticos que puedan contener los enjuagues, tal y como recomiendan desde los Laboratorios Kin. Asimismo, se debe evitar tomar cualquier bebida o comida hasta media hora después de haberse enjuagado, permitiendo así que el producto realice su efecto durante más tiempo. Por ello, la mejor opción es enjuagarse antes de irse a dormir.

La cantidad de líquido que se debe emplear suele estar entre 10 y 15 mililitros, que suele coincidir con la medida del tapón, por lo que se puede utilizar a modo de vaso. La mayoría de enjuagues bucales recomiendan entre 30 segundos y un minuto de uso y entre dos y tres veces al día, tras cada cepillado. Es importante evitar tragarse el líquido y, una vez expulsado, no enjuagarse la boca con agua. Aunque el sabor pueda no ser agradable, si nos aclaramos la boca la eficacia del colutorio será mucho menor.

¿Con o sin alcohol?

El alcohol en general está relacionado con la prevalencia de cáncer de boca, según apuntan desde Diego Caballero Dental Clinic. Aunque la relación de los enjuagues con alcohol con este tipo de cáncer tiene cierta controversia, lo que sí es evidente es que son irritantes de la mucosa oral. Esta clínica hace hincapié en la gran oferta de enjuagues sin alcohol, por lo que no recomiendan el uso de enjuagues con alcohol.

Por otro lado, a menos que así lo indique en las instrucciones de la marca concreta, no se debe mezclar o rebajar con agua, ya que de esta forma también se reducirán sus efectos.