Los sencillos trucos para eliminar el olor a fritanga después de cocinar
Para evitar que los aromas de los alimentos se impregnen en la ropa, se pueden seguir varios consejos de toda la vida
En estas jornadas navideñas es habitual pasarse el día en la cocina. Comidas y cenas con familia y amigos nos obligan en ocasiones a invertir demasiado tiempo entre los fogones, lo que conlleva también que el olor de lo que cocinamos se quede pegado a la ropa.
Concretamente, es característico y difícil de eliminar el olor a fritanga. Pero existen trucos para que este hedor no se vaya con nosotros cuando abandonemos la cocina o no se quede impregnado en las cortinas o los manteles. Para evitarlo, los más veteranos seguro que ya conocen algunos de estos consejos:
- Clavo. Hierve agua en una olla y añade un puñado de clavo. Se recomienda colocar la olla justo al lado de la sartén en la que estemos friendo, de tal manera que la evaporación del agua captará el olor a fritanga y evitará que se pegue en nuestra ropa.
- Agua y vinagre. Al igual que con el clavo, pondremos a hervir una olla con agua y vinagre, que puede ser de manzana o de vino blanco. A pesar de que la cocina pasará a oler a este producto, neutralizará el del frito debido a su poder de absorción, al igual que es efectivo con el olor que desprende la coliflor o el pescado.
- Zumo de limón. Si echamos una cucharada de zumo de limón al aceite antes de que encender el fuego, el olor será menos intenso.
- Rodajas de manzana. Otro truco clásico consiste en añadir a la sartén donde vamos a freír un par de rodajas de manzana. Cuando se oscurezcan, quítalas y sustitúyelas por otras hasta que se termine de hacer lo que estemos cocinando.
- Canela o vainilla en rama. Mismo procedimiento que con el clavo, pero cambiándolo por canela o vainilla. Un rico olor inundará la cocina y camuflará el de los alimentos. También puede tener el mismo efecto si repartimos la canela o la vainilla en rama por la cocina.
- Suavizante. Este elemento que usamos habitualmente para lavar la ropa también puede ser de utilidad a la hora de evitar los malos olores. Para ello, llenamos un cazo pequeño de agua y le vertimos una pequeña taza de suavizante. Al momento, el aroma del producto llenará la estancia.
Además de todo esto, conviene recordar la importancia de tener la campana extractora encendida para que el humo y el olor se canalice por esa vía, así como abrir la ventana para ventilar la cocina y evitar de esta forma que se concentre dentro de la casa.