Qué es el irrigador dental y por qué los odontólogos piden que lo uses
Este aparato sirve para eliminar los restos de comida que puedan haber quedado entre dientes y encías
Los expertos llevan años advirtiendo de la importancia de cuidar la salud bucodental. Las complicaciones en boca, dientes y encías puede afectar a la salud en general del resto del cuerpo ya que la boca es el punto de entrada a las vías respiratorias y al aparato digestivo de bacterias que pueden causar enfermedades.
Las defensas naturales y un buen cuidado bucal, con el cepillado diario y el uso de hilo dental pueden mantener las bacterias bajo control, sin embargo con un simple cepillado de dientes no es suficiente. Los odontólogos explican que al cepillado diario hay que añadir el uso de hilo y, cada vez más un irrigador dental.
Qué es un irrigador dental
Para evitar que los restos de comida queden atrapados entre los dientes en lugares a los que es imposible acceder con el cepillo usamos un irrigador, un aparato que tiene un depósito para el agua, un mecanismo que gradúa la presión, y una boquilla, que es la que se usa para apuntar en las distintas zonas de la cavidad bucal.
Cómo se usa
Según explican expertos de la Clínica Villanueva, se aplica en las distintas partes de la boca un chorro de agua a presión para que estos residuos, que no han podido ser eliminados con el cepillado por estar en lugares poco accesibles, puedan finalmente ser removidos. Basta con mantener el chorro unos pocos segundos sobre cada diente, por lo que la duración es bastante breve, no más de un par de minutos: «Gracias a la acción del agua a presión, también puede reducirse la acumulación de sarro, y su efecto sobre las encías es igualmente beneficioso».
Beneficios
- Tiene un efecto preventivo ante la aparición del sarro.
- La acción del agua favorece la desinflamación de las encías.
- Favorece la eliminación del mal olor de la boca.
- Una dentadura que sea tratada regularmente con un irrigador. es también menos propensa a acumular manchas.
El precio de los irrigadores dentales oscilan desde los 20 euros para aquellos más sencillos o portátiles hasta los 100 euros de irrigadores con diferentes posiciones y tipos de boquillas.