La técnica infalible de un premio Nobel para no olvidar nunca lo estudiado

¿Quién no ha tenido en alguna ocasión un profesor de Física o de Filosofía al que era complicado entender? Explicar algo que entraña cierta dificultad en términos sencillos es una virtud que no todo el mundo tiene porque requiere no solo saber el concepto sino 'traducirlo' a los que no son doctos en la materia.

Un sabio como fue el premio Nobel Richard Feynman se dio cuenta de que la jerga, las palabras vagas y la complejidad revelaban una falta de comprensión. El físico pensaba que no se trata solo de saber el nombre de algo sino saber explicar con palabras cotidianas ese algo: «Cualquiera puede complicar un tema, pero solo alguien que lo entienda puede simplificarlo», afirmaba.

Pero, ¿cómo conseguir estudiar algo y retenerlo para siempre?

Técnica Feynman

Mediante la técnica Feynman los estudiantes aprenden a través del acto de enseñar. Es cierto que requiere de tiempo, paciencia y mucha más energía mental que otros métodos, como el aprendizaje de memoria. Es una tarea cognitivamente exigente, pero, a la larga es más efectiva porque perdura en el tiempo.

Paso 1: Escribir el concepto

En una hoja de papel escribe todo lo que sabes sobre el tema intentando hacerlo como si se lo estuvieras enseñando a un niño de 12 años.

Paso 2: Explícaselo a un niño de 12 años

Explica el concepto en voz alta con tus propias palabras usando un lenguaje sencillo. No limite su explicación. Se puede trabajar con uno o dos ejemplos para asegurar que se puede poner en práctica el concepto teórico.

Paso 3: Reflexionar y simplificar

Revisa la explicación e identifica las áreas en las que tiene que profundizar o mejorar. Una vez que los haya identificado, vuelva al material de origen, sus notas o cualquier ejemplo que pueda encontrar para reforzar su comprensión.

Paso 4: Organizar y Revisar

Si hay áreas en las que se han usado muchos términos técnicos reescribe esa parte con términos más simples. Asegúrate de que su explicación pueda ser entendida por alguien sin la base de conocimientos que cree que ya tiene.

Cuando ya esté satisfecho con su comprensión, tome la hoja que creó con una explicación simple y guárdela en una carpeta para poder recurrir a ella siempre que sea necesario.