Metformina, fármaco para la diabetes

Un medicamento de dos euros para la diabetes, la nueva moda para perder peso

La metformina es el fármaco para la diabetes tipo 2 más común en el mundo

El estrés, la falta de sueño, el sedentarismo o, incluso, beber poca agua son factores que, al igual que una incorrecta alimentación, afectan al organismo y se asocian con problemas de salud y aumento de peso. En los últimos años, a las dietas tradicionales se han sumado la administración de fármacos destinados a la diabetes tipo 2 como Saxenda o Ozempic, unas plumas inyectable de elevado coste que no solo bajan la glucosa en sangre, sino que también reducen el apetito y ralentizan el vaciamiento gástrico, lo que puede aumentar la sensación de saciedad.

Sin embargo, la última moda es otro medicamento en pastillas que se vende con receta por menos de dos euros. Según informa Daily Mail la metformina, el fármaco para la diabetes más común en el mundo, se ha convertido en lo más novedoso entre los magnates de la tecnología como Bryan Johnson o Robert Nelsen.

Suprimir el apetito

Un experto de la Fundación The diaTribe explica que la metformina es una de las primeras opciones de tratamiento para personas con diabetes tipo 2 para ayudar a controlar los niveles de glucosa y aunque no es un medicamento para bajar de peso, hay investigaciones que sugieren que puede conducir a reducciones de peso moderadas.

Un estudio publicado en 2020 afirma que la metformina puede aumentar la secreción de la hormona GLP-1, que suprime el apetito y puede provocar la pérdida de peso. También puede reducir el peso al disminuir la cantidad de grasa visceral en el hígado y el tejido muscular. La grasa visceral se almacena dentro de la cavidad abdominal, que contiene varios órganos internos, incluidos el hígado, el estómago y los intestinos. También puede acumularse en los músculos, incluido el músculo cardíaco. La grasa visceral se considera más peligrosa que la grasa subcutánea porque está asociada con un mayor riesgo de diversas afecciones de salud, como enfermedades cardíacas.

En otro estudio publicado en 1998 y realizado a lo largo de 24 semanas, las personas con diabetes que fueron tratadas con metformina experimentaron una pérdida de peso de hasta 8 kg debido a la disminución de la ingesta de calorías. En otra investigación, esta vez de 2006, entre 4.000 personas con diabetes tipo 2, se encontró que el uso de metformina se asoció con una pérdida de peso de 2,4 kg durante un período de cuatro años.

Las náuseas, los vómitos y la diarrea son algunos de los efectos secundarios más comunes cuando se comienza a tomar metformina. Estos problemas suelen desaparecer con el tiempo.