Las seis razones por las que no consigues perder peso
La falta de sueño o no seguir una rutina apropiada, entre las causas más comunes
Comer ensaladas, beber mucha agua o apuntarse al gimnasio son algunos de los puntos de partida de todo aquel que busca bajar de peso, sin embargo no siempre se consigue. Los expertos han identificado seis razones por las que quizá no se consigue perder peso. Entre las más desconocidas está la falta de sueño o no seguir una rutina apropiada.
Falta de sueño
Diferentes estudios ya relacionaban dormir poco con enfermedades cardíacas, diabetes y depresión. Diferentes estudios muestran que aquellos que no duermen lo suficiente son más propensos a comer alimentos azucarados.
Un estudio de 2010 encontró que entre los que siguieron una dieta restringida en calorías durante dos semanas, los que durmieron durante 8,5 horas perdieron más peso que los que solo estuvieron en la cama durante 5,5 horas.
La evidencia científica demuestra que las personas que duermen mal (es decir, que tienen problemas para conciliar el sueño o que se despiertan y levantan de forma repetida durante la noche) tienen una mayor tendencia a ingerir –durante todo el día e incluso durante los despertares nocturnos– alimentos, generalmente ricos en azúcares y grasas como el chocolate, galletas, snacks o helados. Esto, según la doctora María José Martínez Madrid, se debe a la desregulación que produce la falta de sueño en el funcionamiento de dos hormonas, la grelina y la leptina: «Cuando dormimos poco se ve reducida la cantidad de leptina, que es la hormona de la saciedad, mientras que por el contrario se eleva la presencia de grelina, que es la hormona del hambre, por lo que aumenta la probabilidad de que realicemos picoteos de alimentos menos saludables».
No beber suficiente agua
El cuerpo humano está compuesto por un 60 % de agua, un elemento indispensable para mantener cuerpo y mente sana. Cada célula, tejido y órgano del cuerpo necesita agua para funcionar correctamente y, según los expertos, es fundamental para aquellos que buscan bajar de peso.
Las investigaciones sugieren que cuanto más hidratado esté, mejor será su cuerpo para completar tareas, desde pensar hasta quemar grasa. Los científicos han descubierto que el líquido puede suprimir el apetito, estimular el metabolismo y aumentar la motivación.
Un artículo de 2015 descubrió que, entre los que seguían una dieta baja en calorías, los que bebían 500 ml de agua antes de cada comida perdieron 2 kg adicionales en el transcurso del estudio de tres meses.
Perder grasa pero ganar músculo
La mayoría esperaría ver bajar de peso después de un par de semanas de una alimentación saludable y de ir al gimnasio. Pero aquellos que no ven el cambio de la balanza no deberían sentirse decepcionados porque pueden haber perdido grasa y haber ganado músculo, que es más denso que la grasa.
Meseta de adelgazamiento
Tras semanas de esfuerzo y bajada de peso se suele llegar a una meseta de adelgazamiento que se produce cuando el peso no varía. Según explica la Clínica Mayo esto es porque al reducir las calorías inicialmente, el cuerpo obtiene las energías necesarias mediante la liberación de reservas de glucógeno.
Para bajar más de peso habrá que aumentar la actividad física o disminuir las calorías que consumes. Si se usa el mismo abordaje que funcionó al principio, es posible que se mantenga el peso, pero no te hará adelgazar más.
Una condición médica
Para perder peso ya hemos visto que hay que seguir una dieta correcta, beber agua y dormir bien, pese a todo no siempre es posible adelgazar. Distintas condiciones médicas pueden impedir la pérdida de peso.
La tiroides hipoactiva es una de ellas. En este caso la tiroides no produce suficientes hormonas que son vitales para regular el metabolismo del cuerpo, el proceso que convierte los alimentos en energía. Como resultado, las personas con la afección queman menos calorías.
El ovario poliquístico también podría estar detrás. En este caso las mujeres producen mayor cantidad de andrógenos.
Puede causar resistencia a la insulina, lo que significa que el cuerpo lucha para convertir la glucosa en el torrente sanguíneo en energía, lo que puede hacer que las personas con la afección aumenten de peso más fácilmente que otras.
No hacer bien el proceso
Jugar al pádel y tomarse una cervecita al terminar el partido puede que no favorezca el adelgazamiento. Los expertos aseguran que no hacer correctamente el proceso lleva a no bajar de peso. Patricia Vilca, dietista-nutricionista, miembro del grupo de trabajo de Dietoterapia en la Obesidad de la SEEDO, afirma: «De nada sirve que vayas a una cafetería y te tomes un café con sacarina y te pidas un croissant».
Vigilar lo que se come y los refrigerios es vital para perder peso, dicen los expertos.