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La técnica de los 90 segundos para superar el mal humor
Cuando aparece un estímulo negativo nuestro sistema nervioso activa cortisol durante 90 segundos
En el trabajo, en casa o en el coche son muchos los momentos en los que a lo largo del día podemos tener ocasiones de tensión o enfado. Un estudio del SINC publicado en Hormones and Behavior concluyó que cuando nos enfadamos aumenta la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y la producción de testosterona, disminuye el cortisol (la hormona del estrés), y el hemisferio izquierdo del cerebro se activa más.
De esta forma, los químicos liberados por nuestro cerebro nos impulsan a luchar y por lo tanto a discutir. El viejo truco de contar hasta diez puede librarnos de una discusión pero no evitará seguir sintiendo enfado en nuestro interior.
La regla de los 90 segundos
La neurocientífica de Harvard, la Dra. Jill Bolte Taylor, afirma que es el momento de aplicar la regla de los 90 segundos. Cuando una persona tiene una reacción a algo en su entorno, que produce ira, vergüenza, desilusión o frustración ocurre un proceso químico de 90 segundos. Este es el tiempo que tardan las hormonas del estrés en inundar y limpiar su sistema. «Cuando sientes indignación, por ejemplo, la adrenalina corre por tu cuerpo durante 90 segundos. Y luego desaparece. A partir de ese momento es una decisión personal permanecer en ese bucle emocional reactivándolo con pensamientos negativos», afirma la neurocientífica.
¿Cómo aplicarla?
1- Aunque en los momentos de mayor tensión puede resultar difícil la Dra. Jill Bolte Taylor afirma que es imprescindible darle al botón de 'pausa' en tu impulso de reaccionar.
2- Durante un minuto y medio céntrese solo en la respiración sin hacer o pensar en nada más que ver pasar el tiempo hasta que comience a sentirse más tranquilo y con la mente más clara.
3- Si pasados los 90 segundos no se siente más tranquilo puede ser porque su mente sigue pensando en el evento perturbador. Si es así, presione de nuevo el botón de 'pausa' y vuelva a repetir el proceso.
La neurocientífica concluye: «A partir de ahora piense: esto terminará en 90 segundos. Debo esperar un minuto y medio hasta que me sienta bien».
