Trucos para elegir la mandarina prefecta
Esta fruta de invierno es fuente de vitamina C
Con la llegada del otoño empieza la temporada de mandarinas, una fruta que aporta todas las vitaminas y beneficios nutricionales que el cuerpo necesita para hacer frente al frío. A su vez, las mandarinas están compuestas principalmente por agua, razón por la que resultan tan refrescantes e hidratantes para nuestro organismo. Este jugoso cítrico contienen diferentes minerales y vitaminas en especial vitamina C, lo que les proporciona una gran capacidad antioxidante.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) explica que el aporte de provitamina A es considerable y destaca su composición en criptoxantina (caroteno), un compuesto que además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, tiene propiedad antioxidante (843 µg/100 g porción comestible).
También posee ácido cítrico y ácido málico, responsables del sabor ácido, pero en menor cantidad que la naranja. Además, la mandarina contiene flavonoides –hesperidina, neohesperidina, nobiletina y tangeritina–.
Al igual que otras frutas cítricas, la mandarina también posee sustancias volátiles responsables de su aroma (limonoides) localizadas en la corteza, un tipo de terpenos entre los que cabe destacar el d-limoneno.
Cómo elegir las mandarinas
Piel
Una mandarina de piel fina, lisa y adherida a su interior será una fruta jugosa. Además, la mandarina no debe estar ni muy dura, porque no estaría madura, ni muy blanda porque su interior estaría seco.
Peso
Una mandarina pesada será más jugosa y dulce ya que tendrá más cantidad de agua en su interior.
Tamaño
En el mercado hay mandarinas pequeñas, medianas y grandes y es posible que todas sean buenas. Sin embargo, los expertos aseguran que cuanto más grande sea la mandarina será un indicador de que la mandarina ha estado más tiempo nutriéndose en el árbol y, por tanto, va a tener unas mejores propiedades.
Olor
Al comprarlas hay que olerlas porque una mandarina debe oler a mandarina. Además, si en el mercado hay mandarinas que vienen con sus hojas verdes, este es un buen indicador de frescura.
Las mandarinas verdes no están maduras
Una mandarina madura no debe tener la piel verde, además los expertos explican que esta fruta no sigue madurando una vez cosechada como sí ocurre con otras frutas.