Las personas que tomaron desayunos más dulces, tuvieron mayor subida de glucosa en sangre

Las personas que tomaron desayunos más dulces, tuvieron mayor subida de glucosa en sangre

Una nutricionista explica por qué se tiene hambre a la media hora de haber desayunado

El desayuno dulce típico produce picos de glucosa en el 80 % de las personas sanas

La experta en nutrición digestiva y hormonal Blanca García-Orea, conocida en redes sociales como Blancanutri, ofrece la clave para desayunar y aguantar sin hambre hasta la hora del almuerzo. Para estar tres o cuatro horas cargado de energía, la nutricionista apuesta por el desayuno salado: «Uno de los trucos más importantes para reducir la ansiedad por la comida y perder grasa es controlar los picos de glucosa que se pueden producir cuando comemos» y añade: «Si al rato de haber comido o desayunado se vuelve a tener hambre, estoy con antojos constantes, ansiedad e irritabilidad, cansancio, fatiga o no soy capaz de concentrarme puede deberse al tipo de desayuno que hemos tomado como un desayuno dulce y sin proteínas como por ejemplo pan con mermelada, cereales o galletas».

«Estos alimentos –continúa Blancanutri– lo que hacen es que se desajuste la glucosa y va a hacer que tengamos hambre constantemente y nos obligue cada hora u hora y media a buscar recompensas de más comida dulce para recuperar nuestra energía». En conclusión, según la experta, si lo que comes, aunque sea en poca cantidad, hace que tengas más picos de glucosa, la insulina va a guardar todo ese excedente en forma de grasa y hará que aumente otra hormona que se llama grelina, que es la que regula el apetito. Por tanto, cuanto más peso o grasa ganamos, más hambre tenemos. Es importante no olvidar incluir suficiente cantidad de proteínas, sobre todo en el desayuno.

En esta misma línea, la doctora Odile Fernández, en su libro Hábitos que te salvará la vida (Ed. Planeta), asegura que la alimentación es la piedra angular y en ocasiones, muchas veces por desconocimiento, se cometen errores. Uno de los más frecuentes es el clásico desayuno dulce con churros, magdalenas o tostada con mantequilla. La doctora Fernández asegura que esto es un error: «El desayuno dulce típico produce picos de glucosa en el 80 % de las personas 'sanas'» y añade: «A primera hora del día es cuando nuestro cuerpo tiene menor sensibilidad a la insulina y es cuando es más probable que experimentemos un pico relacionado con la ingesta».

Desayuno salado

¿Cuál es la solución? Pasarse al desayuno salado, por ejemplo unos huevos revueltos con verduras, para empezar el día con la glucemia controlada. «Sabemos que una glucemia controlada en el desayuno puede contribuir a un mejor control del azúcar en sangre el resto del día. Los huevos son una buena fuente de proteína y son ideales en el desayuno, ya sea cocidos, revueltos o escalfados».

La doctora explica que para evitar picos de glucemia deberíamos comer primero la fibra, en forma de vegetal, a ser posible crudo. Podría ser unas rodajas de pepino, un poco de tomate aliñado con AOVE y vinagre, una zanahoria, una rama de apio, etc.

En segundo lugar, la grasa y la proteína, seguido del almidón y por último los azúcares, como puede ser la fruta o si deseamos algo dulce. «Siguiendo este orden minimizamos el impacto que cualquier comida pueda tener en la glucemia», afirma Odile Fernández.

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