Jugar al pádel aumenta el riesgo de lesiones oculares
La alta velocidad de la pelota y los rebotes imprevistos aumentan la posibilidad de traumatismos en los ojos
El pádel, ese deporte que combina destreza, estrategia y una buena dosis de adrenalina, ha experimentado un crecimiento vertiginoso en España en los últimos años. Según el estudio Global Padel Report, España se ha posicionado como uno de los líderes europeos en la práctica de este deporte, superando incluso al tenis en número de jugadores.
Con 3,5 millones de aficionados, medio millón más que el tenis, España se erige como una potencia en el mundo del pádel. Este deporte se ha convertido en un deporte popular y accesible, con una fuerte dimensión social que lo hace muy entretenido. Este fenómeno no solo se refleja en el número de jugadores, sino también en la infraestructura. Nuestro país cuenta con la mayor cantidad de clubes de pádel en Europa, con un total de 3.800, según datos de la Federación Española de Pádel. Su facilidad para comenzar a jugar y su capacidad para adaptarse a diferentes edades lo convierten en una actividad atractiva para muchos.
El peligro del pádel
Sin embargo, detrás de la emoción y la pasión por el pádel, existe un peligro que muchos jugadores pasan por alto: las lesiones oculares. La naturaleza misma del juego, con una pelota que puede alcanzar velocidades de entre 100 y 130 km/h, y las paredes que permiten rebotes inesperados, aumentan el riesgo de sufrir traumatismos en los ojos. Por eso, los profesionales de la oftalmología están notando un aumento preocupante en las lesiones oculares asociadas a este deporte, algunas de las cuales pueden tener consecuencias graves y necesitar intervención quirúrgica. El doctor Javier Álvarez, oftalmólogo de los hospitales Vithas Valencia Aguas Vivas, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre asegura que está aumentando considerablemente el número de pacientes que acuden al servicio de urgencias con lesiones oculares relacionadas con este deporte.
Las lesiones suelen ser causadas por el impacto directo de la pelota en el globo ocular, pudiendo provocar desde un sangrado en la cámara anterior del ojo hasta desgarros en la retina e incluso la ruptura de la pared del globo ocular, con el consiguiente riesgo de discapacidad visual o ceguera. Pero no solo la pelota representa un riesgo. Los compañeros de juego, la estrecha distancia entre jugadores y los movimientos bruscos durante el juego aumentan las posibilidades de sufrir lesiones oculares de forma involuntaria.
Uso de gafas protectoras
Ante esta realidad, la prevención se convierte en la mejor defensa. «El uso de gafas protectoras específicas para la práctica del pádel se presenta como una medida fundamental para reducir el riesgo de lesiones oculares», asegura el doctor Álvarez. Estudios han demostrado que estas gafas pueden disminuir hasta en un 90 % el riesgo de daño ocular si se usan correctamente. Además, hoy en día existen modelos que pueden adaptarse incluso a necesidades de corrección óptica, como miopía, hipermetropía o astigmatismo.