La pizza industrial es un ultraprocesadoFreepick

Estos son los alimentos que aumentan el riesgo de muerte prematura

Un estudio concluye que los ultraprocesados están detrás de numerosas muertes

refrescos, galletas, bollería industrial, platos precocinados, pizzas, embutidos, postres, cereales edulcorados, barritas de pescado y un largo etcétera son alimentos consumidos por millones de personas en el mundo, sin embargo diferentes estudios han demostrado lo perjudicial de su ingesta para la salud. Dos estudios publicados el pasado mes de septiembre en la revista científica British Medical Journal (BMJ) vinculaban el alto consumo de ultraprocesados con las enfermedades cardíacas, el cáncer colonorrectal y la muerte prematura. Ahora, un nuevo trabajo llevado a cabo en Brasil y publicado, esta vez en la revista científica American Journal of Preventive Medicine ha demostrado que el aumento del consumo de los alimentos ultraprocesados se asocia con más del 10 por ciento de las muertes prematuras y prevenibles por todas las causas en este país en 2019, aunque los brasileños consumen mucho menos estos productos que los países con altos ingresos.

Los alimentos ultraprocesados, formulaciones industriales listas para comer o calentar elaboradas con ingredientes extraídos de los alimentos o sintetizados en laboratorios, han ido sustituyendo gradualmente a los alimentos y comidas tradicionales elaborados con ingredientes frescos y mínimamente procesados en muchos países.

«Estudios anteriores han estimado la carga sanitaria y económica de ingredientes críticos, como el sodio, el azúcar y las grasas trans, y de alimentos o bebidas específicos, como las bebidas azucaradas. Hasta donde sabemos, ningún estudio ha estimado hasta la fecha el impacto potencial de los ultraprocesados en las muertes prematuras. Conocer las muertes atribuibles al consumo de estos alimentos y modelar cómo los cambios en los patrones dietéticos pueden apoyar políticas alimentarias más eficaces podría prevenir enfermedades y muertes prematuras», ha comentado el investigador principal del estudio, Eduardo A.F. Nilson, del Centro de Investigación Epidemiológica en Nutrición y Salud de la Universidad de São Paulo y la Fundación Oswaldo Cruz.

Los investigadores modelaron los datos de las encuestas dietéticas representativas a nivel nacional para estimar la ingesta de referencia de los ultraprocesados por sexo y grupo de edad. Se utilizaron análisis estadísticos para estimar la proporción de muertes totales atribuibles al consumo de ultraprocesados y el impacto de reducir la ingesta de ultraprocesados en un 10, 20 y 50 por ciento dentro de esos grupos de edad, utilizando datos de 2019.

En todos los grupos de edad y estratos de sexo, el consumo de ultraprocesados osciló entre el 13 y el 21 por ciento de la ingesta total de alimentos en Brasil durante el período estudiado. Un total de 541.260 adultos de 30 a 69 años murieron prematuramente en 2019, de los cuales 261.061 fueron por enfermedades prevenibles y no transmisibles.

El modelo encontró que aproximadamente 57.000 muertes ese año podrían atribuirse al consumo de ultraprocesados, lo que correspondía al 10,5 % de todas las muertes prematuras y al 21,8 % de todas las muertes por enfermedades prevenibles no transmisibles en adultos de 30 a 69 años.

Los investigadores sugieren que en los países de altos ingresos, como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, donde los ultraprocesados representan más de la mitad de la ingesta calórica total, el impacto estimado sería aún mayor.

Según sus cálculos, reducir el consumo de ultraprocesados entre un 10 y un 50 por ciento podría evitar aproximadamente entre 5.900 y 29.300 muertes prematuras al año en Brasil.