Desde 2019 se ha triplicado el número de personas que buscan información sobre la alimentación vegana

Desde 2019 se ha triplicado el número de personas que buscan información sobre la alimentación veganaGTRES

El riesgo que tienen los vegetarianos y que nada tiene que ver con las carencias nutricionales

No llevar una alimentación equilibrada, retomar la dieta carnívora o ingerir comida basura en exceso son los principales riesgos a los que se enfrentan quienes empiezan a seguir una dieta vegetariana o vegana, según ha explicado en una entrevista con Efe la investigadora de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de la Universidad de Granada en Ceuta Jana Krizanova.

La autora de la investigación, que estudia este ámbito desde perspectivas económicas, sociales, ambientales y biológicas, apunta que las personas que deciden hacerse veganas o vegetarianas pueden caer en la «trampa» de comer comida basura que, a pesar de ser vegana o vegetariana no es buena para la salud.

«No basta con seguir una dieta vegetariana para tener una alimentación saludable», asegura Krizanova, quién comenta que a pesar de los beneficios de esta dieta (reduce la diabetes y la depresión arterial, ayuda en algunos tipos de cáncer y la presión arterial) es necesario hacer una dieta equilibrada e ingerir alimentos variados que tengan presentes los nutrientes esenciales.

Para que las personas que siguen este tipo de alimentación estén sanas, recomienda ingerir ciertos suplementos como B12 y no recurrir a alimentos precocinados y procesados, ya que en el supermercado hay muchos alimentos que simulan el sabor de la carne, pero son ultraprocesados y, por lo tanto, perjudiciales para la salud.

¿Por qué nos hacemos vegetarianos?

Las personas que adoptan la dieta vegetariana lo hacen por dos razones. La primera incluye a las personas que lo hacen por motivos de salud y por mantenerse sanos. El segundo grupo lo hace por dejar de consumir carne por compromiso ético.

La investigadora indica que, dentro de este último grupo, se incluyen tanto quienes se hacen vegetarianos por una conciencia ecológica, medioambiental y por una preocupación por el bienestar de los animales como aquellas personas que lo hacen por motivos espirituales o culturales, ya que, según comenta, hay países como la India en los que el 40 % de la población es vegetariana porque forma parte de su identidad cultural.

Además de la convicción ética y la salud, según Krizanova también hay otros factores que condicionan el hecho de ser vegetariano o vegano, como la posibilidad de encontrar suficientes productos elaborados a base de plantas a un precio asequible.

Cuenta que, en España, al estar implantada la dieta mediterránea, es factible encontrar frutas, verduras, hortalizas, legumbres o cereales a buen precio, pero asegura que hay otros países donde esta alimentación es más cara y solo se la puede permitir la clase social alta.

La motivación condiciona a la dieta

Según Krizanova, por regla general, no resulta sencillo dejar de comer carne, pero existe una diferencia entre los que han dejado de comer carne por salud o por cuestiones éticas. En el caso de estos últimos, es diferente la facilidad que tienen estas personas para seguir la dieta.

«Disfrutar el sabor de la carne es uno de los principales factores que hace que las personas vuelvan a las dietas omnívoras o carnívoras, por lo que, cuando la motivación por el bienestar animal es la que predomina, es lo que más ayuda a que las personas sean consistentes en su dieta y sigan a lo largo del tiempo», dice Krizanova.

La experta añade que «cuando las personas tienen esas motivaciones muy intrínsecas y han desarrollado una identidad vegetariana o vegana fuerte que les cambia a nivel interior, no echan de menos el sabor de la carne».

La investigadora explica que el entorno también condiciona la facilidad para seguir este régimen: «Los vegetarianos también se encuentran con la presión de la sociedad, los amigos o la familia porque, por ejemplo, hay gente muy joven que aún vive con sus padres y les resulta muy difícil ser consistentes, porque tienen que seguir unas reglas, pero cuando se independizan, pueden expresar libremente su forma de alimentarse».

Mujer joven, el perfil del vegetariano

El perfil de una persona vegetariana es muy segmentado. Según comenta la profesional es el de una mujer joven, con cierto nivel de educación, preocupada por el bienestar animal, por la salud y con un cierto nivel adquisitivo.

Pero la investigadora indica que es necesario hacer una puntualización a este «perfil-tipo», puesto que la mayoría de estudios sobre el vegetarianismo están hechos en países occidentales como Estados Unidos, Reino Unido o países europeos, por lo que el perfil que han extraído es el de las personas vegetarianas en estos países y no en el resto del mundo.

Sobre el número de personas que lleva este régimen, Krizanova cuenta que desde 2019 se ha triplicado el número de personas que buscan información sobre esta forma de alimentarse en Google.

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