Una lata de sardinasFreepik

¿Se debe tirar el líquido de las latas de conserva? Esto es lo que dicen los expertos

Todos los productos que salen al mercado están sometidos a una serie de controles de seguridad

Ala hora de preparar la comida, recurrir a una lata de conserva puede sacarnos de algún apuro. Incluso si hablamos de una ensalada, siempre se le puede agregar bonito o mejillones en conserva. Pero, ¿qué debemos hacer con el líquido de la lata? ¿Hay que tirarlo por el desagüe o se puede agregar como aliño?

El presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Cantabria (CODUNICAN), Pablo Martínez, explica en Infosalus que este líquido suele estar formado por jarabes, aceites, agua con sal, almíbar o incluso limón, todo dependiendo del producto en conserva. Sin embargo, recuerda que todos los productos que salen al mercado están sometidos a una serie de controles que garantizan la seguridad para el consumo, incluyendo el líquido conservante.

Entonces, ¿podemos añadir el líquido sin problema? El experto advierte de que antes de consumir esos conservantes se debería evaluar individualmente si existen condiciones patológicas que puedan impedirlo. «Por ejemplo, un paciente con disfunción renal debería controlar la ingesta de sodio, de potasio, o de fósforo, por ejemplo, y en casos como las conservas de atún, de verduras, o de legumbres, entre otras, el líquido concentra esos minerales», aclara.

Martínez explica que la función principal de estos líquidos es alargar la vida útil del alimento, aunque en muchos casos el líquido complementa conservando las propiedades organolépticas del producto. «Durante el proceso de control de microorganismos, se utiliza como medio de transmisión de calor y de creación de vacío», añade este experto.

¿Aportan algo estos líquidos?

Sobre si estos líquidos aportan algo sería necesario detallar y evaluar cada uno de forma individual. Por ejemplo, Martínez cita el líquido de los espárragos, que mucha gente se bebe. Es totalmente inocuo y está compuesto principalmente por agua y sal, y en condiciones de normalidad no debería ocasionar ningún problema.

«En condiciones patológicas sería necesario evaluar si ese aporte extra de agua y sal podría ser perjudicial. En personas sanas, aunque el líquido pueda contener algunas vitaminas, sería mejor opción obtenerlas de otras fuentes, como las frutas, y así evitar el exceso de sal», remarca.

En el caso de las conservas de verduras, el líquido contiene vitaminas y minerales que podrían ser interesantes

En el caso de las latas de atún sostiene que suelen destacar por presentar un líquido con alto contenido en sal, que en muchos casos sería mejor desechar. Sin embargo, sí afirma que en el caso de las conservas de verduras, el líquido contiene vitaminas y minerales que podrían figurar interesantes.

¿Se deben lavar las verduras?

Preguntado sobre esa costumbre de muchas personas de lavar las legumbres en conserva antes de cocinarlas, Pablo Ortiz subraya que el líquido es totalmente inocuo en este caso, siendo además el lavado opcional.

«Tanto las latas de atún como las conservas de legumbres utilizan sal para aumentar la vida útil del producto. Junto con el azúcar, es uno de los ingredientes más utilizados para dicha conservación. Así, algunos productos como las legumbres tienen alto contenido en cloruro sódico, que en caso de consumo habitual podría ser conveniente desechar, debido al exceso de sal incluido como conservante», insiste este especialista en Nutrición.

Y las latas de atún

Este experto indica que la principal fuente de Omega 3 está en el atún: «Si queremos aumentar la ingesta de Omega 3, por ejemplo, en una ensalada sería más eficiente añadirle unas semillas de lino molidas o unas nueces, y prescindir del aceite conservante. Por otro lado, si se desea utilizar el aceite como aliño sería perfecto, aunque no lo enriquecería significativamente en Omega 3».

Con ello, añade que revisar en todos los casos el etiquetado es fundamental, y asegura que siempre se puede prescindir del líquido con alto contenido en sodio o azúcares, y utilizar aquellos líquidos de cobertura que contengan vitaminas y minerales, como los procedentes de las verduras.