La sandía se comía con hojas y flores de poleo en Roma

Cuatro trucos para escoger la mejor sandía del súper

El método más utilizado es el llamado 'tambor nigeriano'

Las altas temperaturas del verano son las grandes aliadas de los agricultores españoles para conseguir una de las frutas del verano, las sandías. Sin embargo a la hora de comprar una de estas frutas no es fácil saber cuál elegir. El método más utilizado es el llamado 'tambor nigeriano' algo tan clásico entre las abuelas españolas fue estudiado por la investigadora americana Tracianne Neilsen, de la Universidad Brigham Young.

La investigadora expuso que el sonido del tambor tradicional nigeriano, el igba, podrían servir para identificar correctamente las sandías maduras. Según su análisis, se puede medir, determinar y correlacionar la madurez interna y la calidad de la sandía con el tono de un tambor nigeriano. Tal y como describen, este método permite la identificación con un nivel de eficiencia del 60 %.

Cómo elegir la sandía

  • En la cima del montón: Una buena sandía no debe tener golpes y su cáscara debe estar en perfecto estado. Según la OCU, los ejemplares que en la frutería están arriba del todo sufren menos golpes y suelen estar en mejores condiciones.

  • Color y peso: Cuanto más oscura sea su corteza, más madura estará. El peso de la sandía también es importante. Los expertos afirman que debe pesar más de lo que aparenta.

  • Redondas y sin grietas: Hay que descartar las sandías con grietas y cuanto más redonda mejor ya que es síntoma de haber recibido luz y agua de forma homogénea.

Cómo conservar en casa

Las sandías hay que guardarla en la zona menos fría de la nevera y taparla para que no coja olores. En el caso de comprar la fruta cortada ya sea por la mitad, en cuartos o en dados la ventaja es que, a simple vista se verá si está madura. El inconveniente es que se pierde frescura.

Si al comprar la sandía aún no ha madurado lo importante es darse cuenta antes de abrirla. Se pueden hacer madurar en casa guardándoles en una bolsa de papel (no de plástico) junto con una manzana o un plátano en una habitación seca y fresca.