El hambre está directamente relacionada con los niveles de ira, según la ciencia

Una persona con hambre se vuelve irritable, esta afirmación de la cultura popular acaba de ser refrendada por la ciencia.

Un estudio de la Universidad Anglia Ruskin de Londres y publicado en la revista Plos One, analizó la cantidad de hambre que tenía un grupo de voluntarios a lo largo del día, anotando los resultados en una aplicación. La conclusión fue clara: el hambre está directamente relacionado con nuestro bienestar emocional.

El autor principal del estudio, el profesor Viren Swami, psicólogo de dicha universidad, aseguró en Daily Mail, que durante el seguimiento a 64 personas a lo largo de 21 días se vio como el hambre estaba relacionado con los niveles de ira, irritabilidad y placer: «Muchos de nosotros somos conscientes de que tener hambre puede influir en nuestras emociones, pero poca investigación científica se había centrado hasta ahora en las consecuencias de hambre».

El hambre está relacionado con los niveles de ira, irritabilidad y placer

«Aunque nuestro estudio no presenta formas de mitigar las emociones negativas inducidas por el hambre, la investigación sugiere que poder etiquetar una emoción puede ayudar a las personas a regularla, por ejemplo, reconociendo que nos sentimos enojados simplemente porque tenemos hambre» asegura el investigador.

«Por lo tanto, una mayor conciencia de lo que nos sucede podría reducir la probabilidad de que el hambre provoque emociones y comportamientos negativos en las personas».

Los efectos fueron sustanciales, incluso después de tener en cuenta factores como la edad y el sexo, el índice de masa corporal, el comportamiento dietético y los rasgos de personalidad individuales.

El hambre se asoció con el 37 por ciento de la variación en la irritabilidad, el 34 por ciento de la variación en la ira y el 38 por ciento de la variación en el placer registrados por los participantes.