Personas tóxicas: cómo detectar las relaciones dañinas y escapar de ellas

Las personas tóxicas no son un invento moderno, existen desde que el mundo es mundo y se pueden encontrar en cualquier ámbito de la vida, ya sea en la familia, en los amigos o en el trabajo. Las hay que pueden ser tóxicas solo para una persona por tener propósitos vitales diferentes y otras que son tóxicas universales por tener un trastorno de personalidad como pueden ser los narcisistas.

Silvia Congost, en su libro Personas tóxicas, da las claves para reconocer a aquellos individuos que puede llegar a hacer mucho daño emocional porque, entre otras cosas, resaltan nuestros errores e inseguridades lo que conduce a una baja autoestima.

Según Congost, un amigo tóxico es aquel que crea un desasosiego en la persona: «Tras quedar con él terminamos encontrándonos mal, sufriendo, con ansiedad e incluso obsesionados con su persona. Empezamos a perder la autoestima, nos vamos destruyendo y volviendo grises».

Existen distintos tipos de amistades que intoxican o invalidan a la persona. La psicóloga hace un recorrido por algunos de los ellos:

Amigo 'cubo de basura'

Es el amigo que te utiliza solamente para vaciarse, para desahogarse cuando está mal con su familia, pareja, con otros amigos o en el trabajo. Tú estás ahí acompañándole, intentando aconsejarle, pero hace caso omiso a tus consejos. Cuando eres tú el que tiene el problema te das cuenta que nunca tiene tiempo para ti, siempre tiene algo más importante. La conclusión, según Silvia Congost, es que no le importas y solo te utiliza como cubo de basura.

Amigo 'verborreico'

Son aquellos amigos que no son malas personas pero tienen el problema de que cuando estás con ellos siempre tienen la necesidad de ir por delante. Si tú has hecho o te ha pasado algo, a ellos también y además en mayor medida. El trato se hace complicado, pueden producir en ti un desgaste muy profundo, así que debes preguntarte si realmente te compensa, asegura la psicóloga.

Amigo 'por interés'

Es aquel que se arrima a ti porque ve que puede sacar algo en su propio beneficio. Cuando ya ha obtenido lo que quería, por lo general, te arrincona y aparta. Llega, entonces, la decepción y la falta de autoestima.

Replantarse la amistad

Silvia Congost asegura que en ese momento hay que replantearse la amistad. «¿Esa forma de comportarse es lo que tú esperas cuando piensa en un amigo? Pensamos en alguien que nos acompañe desde la bondad y que se alegre con nuestros éxitos». «Si no encuentras eso, te tienes que replantear el vínculo con esa persona. Quizá lo mejor sea cortar para dar paso a otros amigos que sí nos valoren», concluye la psicóloga.