La importancia de cuidarse del solPexels

Expertos CEU

Cuidar nuestra piel en verano: el cálculo matemático del factor de protección solar

Artículo elaborado por Encarna Castillo García, Profesora del Grado en Medicina de la CEU UCH en Castellón y Licenciada en Farmacia y Dra. en Ciencias Químicas

Como todos sabemos, los rayos UVA producen fotoenvejecimiento prematuro, y la radiación UVB, quemaduras solares. Para evitar estos efectos perniciosos en nuestra salud, los fotoprotectores son claves; durante todo el año, pero especialmente en verano.

A pesar de que su empleo ya está muy extendido, no siempre los usamos del modo adecuado. Para empezar, es importante entender cómo funcionan y también aprender a leer las etiquetas de los productos que adquirimos.

El método más extendido para medir la eficacia de los fotoprotectores es el denominado Factor de Protección Solar (SPF), que indica el tiempo que podemos permanecer al sol sin quemarnos. Si la piel tiene un margen de 20 minutos sin protección y a partir de aquí empieza a quemarse, un SPF 50 nos protegerá 50 veces más (50 x 20= 1.000 minutos, unas 16 horas), pero siempre aplicando la crema esos 20 minutos antes de exponernos, de repetir cada 2 horas y después de cada baño, y haciéndolo del modo adecuado. Esto es: extendiendo 2 mg. de producto por cm2 de piel (dicho de otro modo: una cucharada grande de producto para todo el cuerpo, para una complexión media).

Dra. Encarna Castillo GarcíaCEU

En la Unión Europea, la evaluación del SPF se realiza mediante el método COLIPA, que determina cómo deben etiquetarse los fotoprotectores según el SPF y las categorías que se recomiendan. Así, la protección baja, corresponde a 6-8-10; la media, a 15-20-25; la alta, a 30-50; y la muy alta, a 50+, que incluye a los productos que aportan una cobertura por encima de 50. Y, aunque la mayoría de laboratorios sigue esta nomenclatura, hay fabricantes que ofrecen números más altos, hasta 136, que en el envase se indican como 100+.

Además, debemos diferenciar entre fotoprotectores Waterresistant (mantienen el factor de protección en la piel tras dos inmersiones de 20 minutos) y Waterproof, que mantienen el factor de protección en la piel tras dos inmersiones de 40 minutos.

Otros riesgos

Aunque asociamos el uso de fotoprotectores a tomar el sol en verano, hay otras situaciones en las que son también necesarios. Por ejemplo, el uso de lámparas de luz ultravioleta en el secado de esmaltes de uñas acrílicos y los brillos top coat, están produciendo un aumento en la aparición de cáncer de piel en los dedos. Deberían recomendarse manicuras o pedicuras tradicionales, o aplicarse fotoprotección 50 en las manos 15 minutos antes de la sesión.

Así mismo, el riesgo de quemadura se incrementa con la altura: cada 300 m. aumenta un 4 % el poder eritematógeno de las radiaciones UV.

Estas radiaciones son más perjudiciales en las horas próximas al mediodía, por lo que, se debe evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas. Tampoco hay que confiarse los días nublados: el riesgo de quemadura también existe, ya que un 90 % del UV atraviesa las nubes.

Finalmente, factores como el agua, la nieve y la arena reflejan la radiación solar (la nieve, en un 80 %; la arena, en un 25 %).