Pavo de Acción de Gracias©GTRESONLINE

Acción de Gracias  El valor de la gratitud: una reflexión y una invitación

La psicóloga Abigail Jareño afirma que dar las gracias nos hace sentir bien

Con el paso del tiempo me estoy volviendo más y más agradecida. Me doy cuenta de que en los últimos años especialmente hablo de ello mucho más, comparto de forma más habitual cuánto aprecio los detalles que otros tienen conmigo, o pequeñas cosas del día a día que la vida me pone delante. O, por supuesto también, los grandes momentos que he vivido.

La psicología de la personalidad indica que la gratitud se relaciona con el rasgo de la amabilidad, es decir con aquellas personas con alta sensibilidad hacia los demás, que tienden a confiar los unos en los otros y que muestran una actitud altruista y conciliadora. También incluso parece que se relaciona con personas con un alto sentido del deber y confianza en sí mismos. Esto no quiere decir que no pueda entrenarse o aprenderse, y que venga únicamente de serie en algunas personas, porque, de hecho, puede incorporarse y convertirse perfectamente en un hábito.

Pese a que no soy norteamericana, y el origen de la fiesta de Acción de Gracias nada tiene que ver conmigo o el país del que procedo, sí he vivido esta celebración en una ocasión allí, y tanto me gusta el impacto que puede generar, que la he organizado y celebrado aquí en España hace un tiempo. Así que cuando se acercan estas fechas me ilusiona especialmente transmitir y procurar contagiar esta actitud de agradecimiento o de gratitud a las personas de mi alrededor.

Tener una mirada agradecida repercute en la mejora de nuestro rendimiento y en el bienestarAbigail Jareño Gómez

Dar las gracias nos hace sentir bien. Es un antídoto para el pesimismo. Nos ayuda a detenernos en lo sencillo y alcanzable que ya tenemos delante de nosotros además de contribuir a nuestras relaciones sociales. Tener una mirada agradecida repercute en la mejora de nuestro rendimiento y en el bienestar que experimentamos por las cosas bien hechas. Esto es en parte gracias a la dopamina que estamos liberando. No solo eso, sino que agradecer y apreciar facilita que manifestemos menos reactividad ante las circunstancias imprevistas, menos frustración o ira y sintamos más calma, especialmente gracias a la oxitocina que se libera.

El reto del agradecimiento

Te invito a que te hagas estas preguntas. Y eso sí, una vez que las respondas, pongas alguna acción en marcha:

  1. ¿Por cuántas cosas puedes estar hoy agradecido?

2. ¿A cuántas personas les has dado las gracias en las últimas 24 horas?

3. ¿A quién de tu alrededor le daría una inmensa alegría que le expresaras agradecimiento hoy?

4. ¿Has paseado últimamente durante 30 o 40 minutos sin prisa y te has fijado en cuánto a tu alrededor puedes apreciar?

  • Abigail Jareño Gómez es profesora de Psicología de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU-San Pablo