Las ciruelas pasas: un buen refuerzo intestinal y con grandes beneficios para los huesos, con el doctor Abascal

El doctor Abascal regresa una semana más a la sección de Salud + Bienestar para El Debate. Un espacio en donde el médico profundiza en los temas más interesantes del ámbito sanitario para darlos a conocer al público.

En esta entrega el doctor nos informa sobre el beneficio de las ciruelas pasas y como afectan a nuestro cuerpo.

Como sabemos que las ciruelas pasas son un buen refuerzo intestinal, pero también son conocidas por sus beneficios para los huesos. Esto es especialmente importante para las mujeres una vez llegada la menopausia, ya que su riesgo de osteoporosis aumenta debido a que se acelera la pérdida ósea.

Un estudio reciente descubrió que las ciruelas pasas pueden prevenir o ayudar o retrasar la pérdida ósea en mujeres postmenopáusicas. En este estudio se analizaron 16 estudios clínicos con roedores y observaron que comer ciruelas pasas no solo reduce la inflamación y el estrés oxidativo, sino que también promover promovía la salud ósea.

Los ensayos clínicos demostraron que comer 100 gramos de ciruelas pasas al día, unas diez ciruelas pasas durante un año, mejoró la densidad ósea en el antebrazo y en la parte inferior de la columna y comer entre 50 y 100 gramos al día durante seis meses evitó la pérdida de densidad ósea y disminuyó el marcador de resolución ósea. TRAP 55 V, el estudio demostró que los minerales, la vitamina K, los compuestos fenólicos y la fibra dietética que contiene las ciruelas pasas contrarrestan los efectos de la pérdida ósea.

Además de esto, las ciruelas pasas ayudan en la pérdida de peso. Según un nuevo estudio, los investigadores estudiaron el impacto de consumir ciruelas pasas en dos fases.

En la primera fase compararon las reacciones de los participantes que tomaron ciruelas, pasas, pasas o caramelos y descubrieron que los que consumieron ciruelas tomaron menos cantidad de calorías en la siguiente comida y además se sintieron menos hambrientos durante el día y más satisfechos después de comer. También sentían menos hambre de cara a la siguiente comida.

En la segunda fase dividieron a los voluntarios en dos grupos. Los participantes de uno de los grupos comieron ciruelas pasas como refrigerio diario y los del otro grupo recibieron orientación sobre refrigerios saludables y podían elegir el que quisiera. Después de 12 semanas, los que comieron ciruelas pasas habían perdido un poco más de peso de promedio.