El estrés laboral excesivo y mantenido provoca enfermedades mentalesEuropa Press

Día Mundial de la Salud Mental

Salud mental y trabajo: Una pandemia que se ha hecho hueco en el inconsciente

Un estudio en la Universidad CEU Cardenal Herrera analiza los trastornos mentales entre los trabajadores sanitarios después de la covid

En los últimos años se ha visto un auge en la promoción de la Salud Mental, como muestra el Día Mundial que celebramos cada 10 de octubre. Esta concienciación ha permitido entender que existen múltiples circunstancias que ponen en riesgo nuestro bienestar mental, como es el caso del estrés laboral y la precariedad. El estrés laboral excesivo y mantenido provoca enfermedades mentales en los trabajadores, pero algunas como la depresión, ansiedad o adicciones pueden resultar crónicas y requieren atención continuada.

La situación de estrés intenso y prolongado que supuso la pandemia de la COVID-19 ha provocado el aumento y mantenimiento de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias, especialmente entre los trabajadores sanitarios de varios ámbitos. Así se desprende de los resultados de diversas investigaciones, como la tesis doctoral recientemente defendida en la Universidad CEU Cardenal Herrera por el doctor Iván Echeverria, psiquiatra del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón. Esta tesis sobre los factores predictores de psicopatología en trabajadores sanitarios durante la pandemia de la COVID-19 ha sido calificada con Cum Laude y propuesta para el premio extraordinario.

Precariedad y trastornos mentales

Uno de los principales objetivos de esta investigación ha sido analizar cómo las condiciones de precariedad laboral derivadas de la pandemia (falta de personal, sobrecarga laboral, escasez de equipos de protección individual, riesgo de contagio…) han influido en la aparición de trastornos mentales en los trabajadores sanitarios.

El impacto de la pandemia se ha estudiado en espacio, persona y tiempo. La investigación comprueba cómo el efecto del estrés en la salud mental ha trascendido países, pero también al hospital, con especial efecto en las residencias de la tercera edad. En el tiempo, se detecta que la enfermedad mental perdura a pesar de que muchas personas ya han escondido el sufrimiento en el inconsciente. Los diferentes efectos en cada persona se han estudiado atendiendo al género, la personalidad y los valores individuales.

Los diferentes resultados de la investigación, publicados en cinco revistas científicas, muestran que hasta el 57,8 % de los trabajadores sanitarios españoles presentaba algún trastorno mental durante la pandemia, y al comparar esta situación con la de sanitarios de otros países, como México, la cifra disminuye hasta un 39 %. Además, hasta el 38,5 % de los sanitarios españoles tenía burnout, un estado de agotamiento físico y mental derivado de la sobrecarga y el estrés laboral prolongado.

Las diferencias entre sanitarios de distintas categorías que trabajaron en diversos lugares durante la COVID-19 es también evidente. Los trabajadores sociosanitarios de residencias de la tercera edad tuvieron una mayor prevalencia de psicopatología (85,2 %) que los trabajadores sanitarios de los hospitales.

Prevención y factores protectores

A pesar de la superación de la situación epidemiológica y la consiguiente reducción de la sobrecarga laboral a lo largo de los meses, la psicopatología desarrollada por los trabajadores sanitarios durante la pandemia de la COVID-19 apenas ha disminuido. En el Día de la Salud Mental debemos pensar en la prevención, mejorando las condiciones laborales. Pero también sabemos que muchas enfermedades mentales se convierten en crónicas, por lo que no debemos olvidar el tratamiento de quienes ya las sufren. Y tampoco que existen factores que pueden disminuir la probabilidad de que los sanitarios desarrollen trastornos mentales, como es el caso del propósito en la vida o de algunas características de la personalidad.

Estos resultados, además de servir en futuras crisis sanitarias u otras situaciones traumáticas como las guerras, también pueden ser útiles en el día a día de cualquier trabajador, evitando las condiciones de precariedad que facilitan la aparición de trastornos mentales y promocionando el desarrollo y mantenimiento de aspectos protectores como el propósito en la vida.

  • Dres. Iván Echeverria, Gonzalo Haro y Ana Benito. Grupo de Investigación en Salud Mental y Adicciones de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón