¿Por qué está tan relacionado practicar fútbol americano con el riesgo de sufrir ELA?
Los jugadores profesionales de fútbol americano tienen un riesgo mayor de desarrollar Esclerosis Lateral Amiotrófica que el resto de la población
Practicar profesionalmente fútbol americano aparece como un nuevo factor de riesgo para padecer ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), de la que aún se desconocen muchas cosas.
Los autores de un estudio, que ha aparecido publicado en la revista científica JAMA Network Open, concluyeron que en la cohorte de jugadores que se dedicaron al fútbol americano en Estados Unidos (la NFL, National Football League) entre 1960 y 2019, fueron diagnosticados con esta enfermedad 38 jugadores, de los que murieron 28.
Teniendo en cuenta que fueron 19.423 los profesionales que participaron en la NFL en ese periodo, el trabajo concluye que el riesgo podría ser cuatro veces mayor que entre los hombres de la población general.
Entre tras conclusiones relevantes, aquellos que desarrollaron la enfermedad tenían, de media, una trayectoria profesional más larga que los que no la desarrollaron.
Finalmente, los futbolistas que fueron diagnosticados con este tipo de esclerosis lo hicieron a una edad más temprana de lo que es habitual en los diagnósticos de la población general. El cuadro acabó apareciendo a mediados de los 35 años.
Las causas de la ELA
Los investigadores llevan años buscando sin éxito encontrar la causa de la patología.
A la hora de acotar las causas, mucho se ha especulado con haber practicado durante mucho tiempo un deporte de contacto donde sean habituales los traumatismos en la cabeza, como sucede con el fútbol americano, el fútbol o el rugby, con la aparición de la ELA.
Este estudio no aporta evidencias de que jugar al fútbol americano de manera profesional cause la enfermedad, sino que expone que quienes lo hacen tienen mayor riesgo de desarrollarla.
De hecho, los propios autores subrayan que en esta clase de investigaciones siempre existe la posibilidad de que exista un factor no tenido en cuenta que pueda estar distorsionando los resultados, como la historia familiar o la exposición a determinados químicos.