David Jiménez Torres, autor del ensayo El mal dormirEl Debate

Entrevista

«El verdadero enemigo del que duerme mal no es la noche, sino el día»

David Jiménez Torres disecciona en El mal dormir su experiencia vital con los problemas de sueño

La experiencia cotidiana del maldurmiente crónico en una sociedad acelerada, tan abierta a estímulos, y que nos exige rendir en las obligaciones pero también en el ocio, debe ser frustrante.

El buen descanso se antoja vital para afrontar con garantías los desafíos del día siguiente. Se habla mucho de los beneficios del sueño y de los peligros que entraña el insomnio, pero, ¿cómo es la vida y el día a día de aquellos que no duermen bien?

Esto es lo que retrata David Jiménez Torres en El mal dormir (Libros del Asteroide). Sumergiéndose en la historia social y cultural del sueño, describe sus vivencias e intenta dar respuesta a varias preguntas que pueden acuciar a cualquiera: ¿dormimos hoy peor o menos que nunca? ¿Somos víctimas de disparatadas rutinas, horarios de trabajo, o de la interminable compañía de pantallas y dispositivos móviles?

–¿Con qué ánimo empezaste a escribir este libro sobre tus problemas de sueño y cuál fue tu sensación al terminarlo?

–Cuando empecé a pensar en la idea de escribir para un ensayo literario, se abrió un territorio enorme que no había explorado aún siendo mi propia experiencia. Partí de una gran curiosidad e interés por descubrir ese espacio que siempre estuvo ahí y el proceso de escritura fue grato, acompasado por la curiosidad de leer más sobre los problemas de sueño. Ha sido terapéutico, porque la escritura así lo es. Sigo durmiendo igual de mal que antes, pero mi relación con el mal dormir ha cambiado gracias al libro.

–¿Hasta qué punto la cotidianeidad se ve afectada por los problemas de sueño?

–Argumento que el verdadero enemigo del que duerme mal no es la noche, sino el día. Durante la noche, que es angustiosa en sí misma, lo 'único' que se nos exige es que permanezcamos en la cama, mientras que el día te exige trabajar, relacionarte con los demás, conducir... y todo se te viene encima si has pasado una mala noche. El cansancio es una nube que te rodea durante el día. Los maldurmientes tenemos peores carreras que si durmiéramos mejor.

Tenemos tan interiorizado el imperativo de proactividad, que no descansar bien nos hace sentir culpables

–¿El sentimiento de fracaso viene aumentado por un paradigma donde es deseable descansar para poder rendir al 100 % al día siguiente y disfrutar de un mundo lleno de posibilidades de ocio?

–Viene de lejos. Hay corrientes del pensamiento religioso, sobre todo después de la Reforma, para las cuales estar en la cama sin hacer nada eran una manifestación del pecado capital de la pereza. Hoy en día, cuando los maldurmientes miramos a los biendurmientes, lo vemos que lo hacen tan fácil, que es algo tan sencillo... que eso nos provoca ideas de culpabilidad por no conseguir ese estado de reposo. Se ha relacionado el mal dormir con no tener la conciencia tranquila, pero yo siempre la he tenido y no por eso duermo bien. Culturalmente, estar cansado supone que tenemos limitado el ocio proactivo, aquel que se vincula con el consumo. Todos tenemos interiorizado el imperativo de proactividad, y el descanso se busca como lo que nos permite serlo.

–Aunque no es ni mucho menos un libro de autoayuda, ¿qué consuelo puede encontrar el lector de El mal dormir?

–Los maldurmientes, salvo casos de insomnio muy grave, podemos vivir. La mayoría de los que lo somos llevamos vidas plenamente integradas, solo que un poco más cansados. Y tenemos una serie de experiencias que no tiene la gente que duerme bien. Yo nunca desanimaría a nadie de buscar ayuda, la medicina del sueño es un campo relativamente reciente y en el que hay mucho margen de investigación. Ahora bien, es importante llegar a una cierta paz. Tenemos el derecho a estar cabreados por esto que nos pasa. Es bueno que la gente hable de ello, aunque como creemos que no es un tema atractivo entendemos que nuestros problemas de sueño no le interesan a nadie.

Los maldurmientes debemos llegar a una cierta paz con nuestro mal dormir

Los maldurmientes de la actualidad estamos conectados entre sí y también con los del pasado: podemos leer a Kakfa o a Nabokov y reconocernos en lo que están hablando. Eso genera sensación de compañía porque una de las peores sensaciones del mal dormir es que te hace sentir muy solo.

El insomnio

El insomnio es el trastorno del sueño más habitual, y se caracteriza por la percepción subjetiva de un sueño insatisfactorio, tanto en duración como en descanso, y que influye negativamente en la calidad de vida.

Según los estudios disponibles, en la actualidad afecta con mayor frecuencia a mujeres adultas, aunque cada vez se diagnostican más casos en hombres y en la población infantil.

Dedicamos de media un tercio de nuestra vida a dormir, pero aún así la mayoría de las personas saben poco tanto del sueño como del insomnio.