Salud
¿Por qué España es el segundo país del mundo con más índice de alopecia?
Casi el 50 % de la población española sufre pérdida de pelo y más del 90 % de estas personas sufre caída del cabello de tipo androgénico
España es un país de calvos, según la popular y nada sesgada encuesta de la calle. Pero los datos dicen además que estamos a punto de ser líderes en este apartado.
Un estudio realizado en el año 2020 confirmó los resultados que ya habían arrojado otros trabajos: España es el segundo país del mundo con más calvos y calvas, tan solo por detrás de la República Checa.
Al otro lado del ránking, no hay sorpresas: están países como China, Corea del Sur o Taiwán. Y es que cuesta encontrar un asiático sin 'pelazo'.
Según estos datos, casi el 50 % de la población española padece alopecia y de ellos, un 90 % será de carácter androgénico, también conocida como calvicie común.
Diferencias entre razas
Parece ser que en esto del cabello, los caucásicos, es decir, la raza blanca, lleva las de perder sobre todo respecto a la raza asiática.
Pertenecer a la raza blanca y la predisposición genética que tenemos en Europa hace que los países europeos estén en el top-10 de los países que sufren en el mundo más calvicie. A eso debemos sumarle un estilo de vida cada vez más estresante. Es un indicio, pero que tampoco explica nuestras particulares aspiraciones de liderato, con permiso de los checos.
Predisposición genética de la raza blanca, elevado consumo de alimentos grasos y alcohol y tabaquismo, entre los indicios
Al parecer, los niveles más elevados de consumo de alimentos grasos, embutidos, sal, azúcar y alcohol de España pueden estar también detrás de esta mayor prevalencia de la alopecia. En la dieta asiática local suelen predominar las legumbres y las verduras, que favorecen el fortalecimiento del pelo. Hay otros factores sospechosos, como el tabaquismo.
Si bien su consumo se ha ido reduciendo en el último lustro, España sigue presentando unos altos índices de este problema, que se extiende hasta un 23 % de fumadores habituales y más de 50.000 muertes al año. Entre otros muchos problemas de salud, el tabaco guarda una relación directa con la alopecia.
En el caso de los varones, la predisposición genética es alta, mientras que en la alopecia en la mujer está más relacionada con el propio estrés, los cambios hormonales, problemas endocrinos y, cómo no, con la menopausia.
Un problema sin cura
La alopecia androgénica, también conocida como calvicie común, es una de las más frecuentes.
Actualmente, no existen tratamientos que curen de forma definitiva la alopecia androgénica, aunque si existen terapias médicas que retrasan la caída del cabello.
El más destacado es el empleo de fármacos por vía oral como dutasterida o finasterida, así como el minoxidil tópico u oral.
Si no funciona, los pacientes pueden optar por una de las soluciones más de moda, el trasplante capilar, que obliga a una intervención quirúrgica. Aunque no frena el proceso de pérdida o caída, consigue recuperar la densidad capilar en las zonas donde se había perdido.