La UIG del Ramón y Cajal de Madrid inició sin los permisos necesarios un tratamiento de afirmación de género con una adolescente de 16 años
Transexualidad
¿Qué es una Unidad de Identidad de Género y por qué existe en un hospital público?
La UIG del Ramón y Cajal se creó en 2007 para llevar a cabo el proceso hasta alcanzar el cambio de sexo de las personas que así lo demanden
La Unidad de Identidad de Género del Hospital Ramón y Cajal fue creada el 16 de mayo de 2007, según el «modelo existente en la Universidad Libre de Ámsterdam», tal y como recoge la web de la Comunidad de Madrid.
La UIG se creó para llevar a cabo «el proceso hasta alcanzar el cambio de sexo» que pasa por una serie de fases de diagnóstico, tratamiento, intervenciones quirúrgicas y atención postquirúrgica.
La popularmente conocida como 'ley trans' sacudió algunos de los cimientos del gobierno de coalición durante 2021.
El Anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI iniciaba su tramitación con un texto en que hablaba abiertamente de la libre autodeterminación de género, permitiendo que una persona pueda cambiar el nombre y el sexo en el DNI, un proceso irreversible, solo con su voluntad.
El anteproyecto preveía eliminar la necesidad de informes médicos o de años de hormonación. Ese último borrador fijaba en 14 años la edad mínima con la que un menor podía emprender el proceso de cambio.
Oposición de los padres
Ante el temor de que los menores no sean lo suficientemente maduros para tomar una decisión que precipite un proceso irreversible y, en muchas ocasiones, traumático para ellos y sus familias, un colectivo de padres se ha unido en torno a la Agrupación Amanda (Agrupación de Madres de Adolescentes y Niñas con Disforia Acelerada).
Con ella, intentan dar a conocer a la sociedad «la realidad del contagio social de la Disforia de Género de Inicio Rápido» y de las «terribles consecuencias que su abordaje inadecuado puede provocar entre los menores».
Creen que, al albur de los nuevos tiempos, la disconformidad de una persona con su sexo biológico ha experimentado «un contagio social» y que las cifras de afectados «crecen a ritmo frenético».
«En Madrid, la Unidad de Identidad de Género ha visto un incremento de solicitudes de atención del 500 % entre 2017 y 2019, la mayoría de chicas muy jóvenes», lamentan.
Las UIG y su función
La condición de transexualidad se identifica a través de la escucha activa del relato de la persona expresando su propia identidad sexual. Pero es importante resaltar que no existe prueba médica objetiva para determinar esa condición.
Sin embargo, desde Amanda se responde que existe un «discurso social dominante en el que la disforia de género es la explicación que se ofrece ante cualquier malestar con el propio cuerpo, con los roles y estereotipos de género asignados por nuestra sociedad a cada sexo».
«Esta influencia –continúan– es especialmente relevante en adolescentes emocionalmente vulnerables que podrían estar atravesando una depresión o algún trastorno a tratar».