EE.UU. investiga 109 casos y 5 muertes de hepatitis infantil grave
Los casos han sido detectados en los últimos siete meses en 25 estados y territorios del país, más del 90 % de los pacientes tuvo que ser hospitalizado y el 14 % llegó a requerir un trasplante de hígado
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) informaron este viernes de que investigan 109 casos y cinco muertes por hepatitis infantil grave en el país para determinar si la causa principal podría ser una infección por adenovirus.
Los casos han sido detectados en los últimos siete meses en 25 estados y territorios del país, más del 90 % de los pacientes tuvo que ser hospitalizado y el 14 % necesito de un trasplante de hígado. La mayoría de los enfermos –todos ellos menores de edad– se han recuperado y han sido dados de alta en el hospital.
El subdirector de los CDC para Enfermedades Infecciosas, Jay Butler, dijo en una llamada con periodistas que no está clara la causa de este tipo de hepatitis en niños y señaló que los expertos han examinado varios motivos que ocasionan la hepatitis viral, pero que no los han encontrado en todos los casos.
En más del 50 % de los enfermos de hepatitis infantil grave se encontró una infección por adenovirus, pero todavía no está claro que sea el instigador de la enfermedad. Los adenovirus son virus comunes que normalmente provocan síntomas de resfriado o gripe.
Butler remarcó que los científicos todavía desconocen el papel que hayan podido desempeñar a la hora de desencadenar la enfermedad otros factores como los medioambientales, el consumo de medicamentos u otras posibles infecciones que los niños hayan podido tener.
Lo que sí que han descartado es que la vacuna contra la COVID-19 esté detrás de esta clase de hepatitis, ya que la media de edad de los pacientes fue de dos años, con lo que la mayoría no ha sido inmunizado frente al coronavirus.
Aun así, los CDC investigan si la hepatitis infantil grave tiene alguna relación con el virus SARS-Cov-2, que origina la covid-19, aunque los nueve casos de Alabama, los primeros de este mal del hígado hallados en EE.UU., no habían sufrido ningún contagio previo de coronavirus.
«Es importante mencionar que esta es una situación en evolución y que estamos lanzando una red amplia que ayude a ampliar nuestra comprensión» al respecto, subrayó Butler. Pese a estos datos, el responsable de los CDC quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los padres y recordó que «la hepatitis grave en niños es rara».
«Los padres deberían adoptar precauciones estándar para prevenir infecciones virales, como lavarse las manos, cubrirse cuando se tosa o estornude, no tocarse los ojos, la nariz o la boca y evitar a personas que estén enfermas», enumeró.
Explicó que los síntomas de la hepatitis incluyen vómitos, orina oscura, heces de color claro y piel amarillenta. A finales de abril, los CDC emitieron una alerta nacional sobre un foco de hepatitis infantil grave en Alabama, con nueve casos.
Actualmente los CDC investigan casos en ese estado y en Arizona, California, Colorado, Delaware, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Luisiana, Michigan, Minesota, Misuri, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Nebraska, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Puerto Rico, Tennessee, Texas, Washington y Wisconsin.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay más de 200 casos notificados de hepatitis pediátrica aguda de origen desconocido en varios países.