Salud
Lupus: qué es, cuáles son sus síntomas y a quién afecta
El 10 de mayo se celebra el Día Mundial de esta enfermedad, que afecta casi siempre a las mujeres
Este 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, una enfermedad a día de hoy incurable de nuestro sistema inmune.
Con ella, el mecanismo de defensa de nuestro organismo comienza a atacarse a sí mismo, creando un exceso de anticuerpos en el torrente sanguíneo que causan inflamación y dañan las articulaciones, los músculos y otros órganos del cuerpo.
Es una enfermedad que afecta casi siempre a las mujeres, ya que aproximadamente un 90 % de quienes la sufren son ellas. En su desarrollo parecen intervenir factores tanto genéticos como ambientales y suele aparecer entre los 15 y los 55 años.
Síntomas del lupus
La inflamación que causa el lupus puede desencadenar varios problemas como complicaciones renales, mala circulación sanguínea, migrañas, pérdidas de memoria… El dolor articular y/o la artritis son muy habituales.
El curso clínico de los pacientes es muy variable. Suele cursar por brotes, variando en intensidad y de síntomas. La intensidad puede ir de leve hasta muy grave y fulminante y puede afectar a uno o varios órganos o sistemas.
El lupus de momento no tiene cura, incidiendo su aparición y desarrollo muy negativamente en la vida de pacientes y familias. Sin embargo, esta afección se puede controlar con un programa de tratamiento y monitorización adecuado.
Tratamiento
Aunque es una enfermedad para la que no se ha encontrado cura, afortunadamente existe un 'arsenal terapéutico importante' para los pacientes. Los inmunodepresores nuevos o biológicos son la opción más utilizada, los cuales, con un conjunto de medidas generales, pueden ayudar a los pacientes a disfrutar de una vida normal.
9 de cada 10 son mujeres
Para Norberto Ortego Centeno, doctor y secretario del SEMAIS, Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, el lupus «es el paradigma de las enfermedades autoinmunes».
«Su abordaje requiere una atención multidisciplinar tanto en el diagnóstico como en el tratamiento y la investigación».
El tratamiento está constituido «por fármacos clásicos (antipalúdicos, corticoides, inmunodepresores) que cada vez sabemos utilizar de mejor manera. Aparte, tenemos también fármacos nuevos como los inmunodepresores nuevos o biológicos, además de una serie de medidas generales».